El PSOE y Podemos se situaron este miércoles al borde de la ruptura de las conversaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Una negociación de este tipo suele ser agónica, pero esta lo es todavía más, a escasas horas de que el líder socialista vuelva a intentar ser reelegido por el Congreso de los Diputados. Pinta muy mal. A media tarde, el presidente en funciones llamó a Pablo Iglesias para intentar desencallar la situación, pero no hubo manera.

Los socialistas reaccionaron primero difundiendo la propuesta de Podemos. El documento negociador señala que los morados pedían una vicepresidencia que coordinarse cinco ministerios: Derechos Sociales, Igualdad y Economía de los Cuidados (Dependencia); Trabajo, Seguridad Social y Lucha contra la Precariedad; Transición Energética, Medioambiente y Derechos de los Animales; Justicia Fiscal y Lucha contra el Fraude, y Ciencia, Innovación, Universidades y Economía Digital.

Según el PSOE, eran "exigencias" del partido de Iglesias, que siempre ha defendido que sus parcelas de poder en el futuro Gobierno deberían ser proporcionales a los votos obtenidos: 3,7 millones frente a 7,4 de los socialistas. Pero los morados negaron que fuese así. "No es un documento de exigencias, que obviamente son flexibles. Es una propuesta para negociar sin líneas rojas", explicaron.

Una posición "inaceptable"

En cualquier caso, el planteamiento era "inaceptable" para el PSOE. "Querían su propio Gobierno, un cogobierno, y no se han movido un ápice. Querían todos los ingresos, al pedir Hacienda, y más de la mitad de los gastos. Qué haríamos nosotros? Qué le quedaría al PSOE, que es el partido que ha ganado las elecciones? Es el mundo al revés. La propuesta ha sido una ofensa. Lo fue desde el minuto uno. Son ellos los que no han querido moverse un milímetro. Hemos recibido un 'no' a todo", explicaron fuentes cercanas a la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, principal interlocutora de los socialistas con los morados.

Las negociaciones, aun así, no están oficialmente rotas. "Podemos debe rectificar y entrar en razón. Ojalá lo hagan", señalaron desde la Moncloa. Hasta las 14.30 del jueves, hay margen para el acuerdo. A esa hora, como pronto, Sánchez volverá a someterse al examen del Congreso. Esta vez necesita para ser reelegido más votos a favor que en contra, a diferencia de la primera votación del pasado martes, en la que el listón se situaba en la mayoría absoluta. Si hay pacto con los morados, la legislatura echará a caminar, gracias también a la abstención o apoyo del PNV y ERC. Pero el punto de encuentro parece lejano.

La oferta socialista

Para contrarrestar la imagen de que era Sánchez quien no quería el pacto, al ofrecer según Iglesias solo parcelas "decorativas" dentro del Ejecutivo, los socialistas divulgaron por la noche en qué consistía su última oferta, rechazada por Podemos este miércoles. Una Vicepresidencia de Asuntos Sociales, que ocuparía Irene Montero después de que Iglesias aceptase el veto que le había impuesto Sánchez. Ese cargo para la número dos de los morados era, explica el PSOE, una condición necesaria para que hubiese acuerdo.

Montero estaría encargada de coordinar tres ministerios: Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo, e Igualdad. Pero hay más. Según los socialistas, a lo largo de la negociación, en la que las propuestas han ido cambiando, Sánchez se ha mostrado dispuesto a ceder a los morados algunas de estas carteras, aunque nunca todas a la vez: Ciencia y Universidades; Agricultura, Pesca y Alimentación; Turismo y Deporte, y, por último, Cultura. También las competencias de Cooperación Internacional y Asuntos Migratorios. Para Podemos, la oferta implicaba carecer de "cualquier competencia social".

El último intento

Todo saltó por los aires al mediodía. Calvo se reunió durante más de tres horas con Pablo Echenique, el secretario de Acción Política de Podemos y su contraparte negociadora. La cita solo sirvió para plasmar el desencuentro. "Hay que concluir ya en una dirección u otra", explicaron fuentes de la dirección del PSOE. Hubo un último intento, a través de una conversación entre Sánchez e Iglesias a las cinco de la tarde, y allí el presidente en funciones expuso su "última oferta". Pero el líder morado la rechazó, según los socialistas.

En Podemos tienen otra versión. Sostienen que es cierto que se les han ido proponiendo distintos ministerios nunca todos juntos- que eran "inexistentes" o estaban "vacíos" de competencias y no permitían "desarrollar" políticas sociales. "El PSOE ofrece la caja de herramientas, pero vacía", se quejaron desde el partido morado, subrayando que les llegaron a decir que no podían darles la cartera de Trabajo, como deseaban, porque eso resultaría "incómodo para la CEOE".

En esta sentido, recalcaron que no pretenden entrar en el Gobierno "a cualquier precio" y que siguen apostando por un Ejecutivo de coalición, pese a lo ocurrido en las últimas horas, la difusión de documentos supuestamente secretos y el vértigo de estar a las puertas de una votación de investidura. Eso sí, avisan de que quieren tener competencias en Igualdad, Trabajo, Hacienda y Transición Ecológica y que de nada les sirve que les den Vivienda, relatan, si les vetan la posibilidad de regular el precio de los alquileres o evitar desahucios sin "alternativa habitacional".

Si no hay un acuerdo de ultimísima hora, se abren dos posibilidades: un entendimiento en septiembre, cuando el líder del PSOE podría volver a intentarlo (pero él mismo ha dejado claro que entonces no aceptará una coalición), o bien elecciones generales, que se celebrarían el 10 de noviembre. Serían las cuartas en cuatro años.