El PSOE propondrá al Ejecutivo que cambie el actual sistema de financiación de la Iglesia católica. Los socialistas quieren que los ciudadanos puedan decidir la cuantía de sus aportaciones y la confesión religiosa a la que desean que sea destinada. El Estado, según la propuesta, seguirá gestionando la recaudación de esas aportaciones, que se realizarían conjuntamente a la declaración de la renta.

La idea, inspirada en el modelo fiscal alemán, parte del responsable de libertades públicas de la Ejecutiva socialista, Alvaro Cuesta. Y consiste en eliminar la actual casilla del 0,5% que incluye la declaración de Impuesto sobre la Renta, y que el Estado destina a la Iglesia u otros fines sociales.

Cuesta defendió ayer que su propuesta se limita a cumplir con el objetivo de "reforzar la laicidad" del Estado.