El próximo Gobierno socialista está decidido a impedir que el Ejecutivo en funciones nombre a dos jueces del Tribunal Constitucional. Hasta el punto de que, si lo hace, recurrirá ese nombramiento ante el Tribunal Supremo, según advirtieron ayer fuentes del equipo de José Luis Rodríguez Zapatero.

José María Aznar negó ayer en Tele 5 que el Gobierno fuera a nombrar esos magistrados. Sin embargo, fuentes socialistas aseguran que esa voluntad existía y que Jesús Caldera y el vicepresidente Javier Arenas trataron el asunto el miércoles en la reunión para el traspaso de poderes.

De hecho, Caldera pretende zanjar la cuestión con Arenas esta semana. Las fuentes consultadas estiman que Aznar niega ahora que pretendieran nombrarlos para forzar al PSOE a negociar en el futuro los nombres de los jueces que ocupen esas dos plazas. Los socialistas estiman que "está clara la ilegalidad" de una decisión de esas características, porque "excede la actividad ordinaria" que el artículo 21 de la ley del Gobierno permite a un Ejecutivo en funciones.

Caldera trasladará a Arenas el peligro de que este asunto enturbie el traspaso de poderes y la relación entre el nuevo Gobierno y la oposición. El recurso del PSOE y la posible anulación posterior de los nombramientos generaría un conflicto entre poderes que los socialistas no desean, pero que están dispuestos a asumir.