Explicaba ayer la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra (Compromís), que la confesión del cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, de que el PP de Francisco Camps tuvo una financiación irregular en las campañas del 2007 y el 2008 ha conseguido que «lo que en Valencia casi todo el mundo sabía» ahora se conozca también «en el resto de España».

Pero no por sabido el reconocimiento de Correa dejó de provocar ayer un alud de reacciones que fueron desde la petición de ilegalización del PP valenciano a la exigencia de asunción de responsabilidades políticas a sus actuales dirigentes. Otros exigieron una expiación pública o, como el alcalde de Valencia, Joan Ribó, la devolución del dinero «robado». El regidor lamentó, además, el «dopaje» electoral que las prácticas confesadas supusieron.

En el escrito presentado por sus abogados en la Audiencia Nacional antes de que empiece el juicio por la presunta financiación irregular del PP de la Comunidad Valenciana (PPCV), Correa asume el relato de la fiscalía en busca de un pacto que mejore su condena, que podría ascender a 24 años de prisión. Admite que el PPCV solo pagó a Orange Market con «facturas correctas» una parte de los actos que la empresa le organizó para esas dos campañas. Otra parte, que podría ascender a más de dos millones, la abonó con «pagos en b» y una tercera, de más de un millón, la habrían pagado «mediante la creación de facturas ficticias que se giraron a distintos empresarios».

La reacción más enérgica llegó del PSPV, al que ser acusación particular en esta tercera rama de la Gürtel valenciana le ha costado no pocos disgustos económicos. «Deberían ilegalizar el PP. Lo que ha hecho debe servirnos para hacer un manual de malas prácticas en las que ningún partido debería caer de cómo utilizar el poder en beneficio propio», señaló Ana Barceló. Como primer paso, Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, animó al partido que ahora encabeza Isabel Bonig a mover ficha. «El actual PPCV es el viejo PPCV, son los mismos con algunos actores en el banquillo, pero la formación aún no ha tomado ninguna decisión relevante en cuanto a la asunción de responsabilidades políticas», destacó.

Barceló hizo especial hincapié en que Correa asegura que fue Camps quien propuso a su empleado Álvaro Pérez, el Bigotes, que les montaran actos electorales. «Estamos convencidos, como dice Correa, de que Camps era el eslabón perdido, la X que hemos buscado durante años», afirmó. Igualmente Oltra apuntó en esa dirección y recordó que aún falta esclarecerse su papel en el caso de la fórmula 1, por el que el expresidente de la comunidad está imputado.

También Podem, que aseguró que el PP ha actuado como una «organización mafiosa», apuntó hacia Camps y pidió su dimisión inmediata en el Consell Jurídic Consultiu al que pertenece. .

FOCO SOBRE RAJOY / Pero hubo quien dirigió el foco más arriba, a Mariano Rajoy. En un tuit, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, recordó el explícito apoyo del ahora presidente a Camps. «Paco, yo creo en ti. Te he visto actuar muchas veces. Siempre estaré detrás de ti, o delante o al lado», son las palabras de Rajoy a Camps que reprodujo en Twitter el líder socialista, antes de subrayar que cuando Rajoy las pronunció, lo que ha confesado Correa sobre la caja B «ya había sucedido».

La portavoz de Ciudadanos en Las Cortes valencianas, Mari Carmen Sánchez, dijo que el PPCV «debería pedir disculpas uno por uno a todos los valencianos». Fuera de concurso por ser parte implicada quedaba el PPCV, que se limitó a decir respecto a la confesión de Correa que no comenta «estrategias de defensa».