Para Carles Puigdemont, el 1-O era lo que se conoce como un win-win. Según el planteamiento del expresidente de la Generalitat, el Govern no tenía nada que perder ese día, a pesar de que la cúpula de los Mossos le había advertido en dos ocasiones de que podían producirse incidentes violentos. No consideró suspender el referéndum, como le pedían, porque si el Estado permitía que se votase habría cumplido con el mandato ciudadano y se habría salido con la suya; y si no lo permitía y la actuación policial propiciaba incidentes durante la jornada, estaba dispuesto a declarar ese mismo 1 de octubre la independencia.

Conforme avanzan las sesiones, el juicio del procés va arrojando luz sobre lo que sucedió en Cataluña en el convulso octubre del 2017. Este miércoles, mientras en el Congreso Pedro Sánchez se apuntaba una importante victoria reuniendo de nuevo a la mayoría que lo llevó a la Moncloa incluido el PDECat- en torno a sus decretos sociales, en el Tribunal Supremo se vivía una regresión que habla de lo enconadas que estaban las posiciones hace apenas año y medio.

El entonces presidente de la Generalitat, que hoy vive en Bélgica y es candidato de JxCat a las elecciones europeas, estaba tan determinado a celebrar el referéndum que no le importaron los avisos de los Mossos. Ni el hecho de que no hubiera nada preparado para el día después de la secesión según han declarado en el juicio la mayoría de sus exconsellers- ni el riesgo de conflicto por la polarización extrema del que le informaron el mayor Josep Lluís Trapero y su segundo, Ferran López, lo disuadieron.

Según López, que declaró este miércoles en el Supremo, la determinación de Puigdemont era irreductible. Pese a que después dudó mucho sobre la declaración de independencia, e incluso estuvo a punto de abortarla y convocar elecciones autonómicas, pocos días antes del 1-O estaba muy convencido. Recuerdo que dijo que si se producía ese escenario que nosotros preveíamos el de los enfrentamientos serios entre votantes y policía, él, en ese mismo momento, declaraba la independencia, aseguró.

PROBABLE CONFLICTO

Esa reunión entre la cúpula policial y la del Govern además de Puigdemont estaban presentes Oriol Junqueras y Joaquim Forn- tuvo lugar el 28 de septiembre. Días antes, los jefes de los Mossos ya habían advertido sin éxito del más que probable conflicto durante el 1-O. Pero las palabras de Puigdemont sobre una inminente DUI se les quedaron esta vez grabadas. "¿Así lo dijo?", se interesó el fiscal por la textualidad. "Es una frase que recordamos todos perfectamente porque es difícil de olvidar", respondió López.

Las acusaciones interpretaron esa revelación como la prueba de que al jefe del Govern no le importaban los enfrentamientos; es más, que pensaba utilizarlos, si se producían, como argumento para que la opinión pública internacional aprobara sus planes unilaterales. Sin embargo, uno de los acusados, y no precisamente de los más cercanos al expresident, interpretó su advertencia de que declararía la independencia en caso de violencia como una boutade. En cualquier caso, a nosotros nunca nos lo dijo, afirmó este exmiembro del Govern en los pasillos del Supremo.

La otra noticia del día fue que, por fin, alguien dentro de la sala tomó nota de que algunas cosas de las que han dicho los testigos hasta el momento tiene que ser falso por fuerza. A pesar de que están obligados por ley a decir la verdad, algunas versiones de lo sucedido son tan contradictorias que se excluyen. Es lo que pasó con otro pasaje de la declaración de López: el exnúmero dos de Trapero aseguró que el coordinador del dispositivo policial del 1-O, el coronel Diego Pérez de los Cobos, conocía e incluso validó el plan de los Mossos dEsquadra para el referéndum.

Sin embargo, cuando Pérez de los Cobos habló en el Supremo, el 6 de marzo, calificó de estafa la actuación de la policía catalana, que en su opinión estaba pensada para ayudar a que se produjera la votación más que para impedirla. Ese día, a preguntas del abogado de Joaquim Forn, Javier Melero, aseguró que ignoró hasta días después del 1-O cómo iban a proceder los Mossos durante esa jornada. Sin embargo, Ferran López dijo este miércoles que el 29 de septiembre el coronel de la Guardia Civil había aprobado el plan, incluidos los famosos binomios las parejas de agentes que se desplazaron a los colegios electorales-, que fueron ridiculizados por Pérez de los Cobos en su declaración judicial.

FLAGRANTE CONTRADICCIÓN

Ante la flagrante contradicción, Melero pidió por primera vez en lo que llevamos de juicio un careo entre ambos, para cotejar sus irreconciliables versiones. Después de unas horas de deliberación, el tribunal no dijo ni que sí ni que no. El presidente de la sala, Manuel Marchena, dijo que es mejor esperar a que acaben de desfilar los testigos por el Supremo y a que termine de conocerse el material probatorio para decidir si aprueba el cara a cara. Si lo hace, constituirá sin duda un nuevo punto álgido de un juicio que, pese a que no ha llegado ni a la mitad de su desarrollo, ya ha dejado jornadas históricas y elementos para la reflexión durante muchos meses.