El Parlamento Europeo abonará cerca de 70.000 euros al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y al exconseller Toni Comín en concepto de sueldos como eurodiputados que no han recibido desde julio de 2019, fecha desde la cual, según la sentencia del TJUE, tienen este cargo pese a no haberlo ejercido.
Fuentes parlamentarias confirmaron a Efe que estos salarios se pagarán a Puigdemont y a Comín como si hubieran ocupado este cargo desde el 2 de julio de 2019, día del inicio de la nueva legislatura, con lo que recibirán el sueldo de siete meses.
Este salario asciende a 6.824,85 euros mensuales, a los que se suman 4.513 euros de dietas generales para un total de 11.337,85 euros al mes.
Estas dietas están destinadas a cubrir los gastos derivados de las actividades parlamentarias de los diputados, tales como alquiler y administración de oficinas, gastos de teléfono y suscripciones, actividades de representación, compra y mantenimiento de equipos informáticos y teléfonos y organización de conferencias y exposiciones.
La dieta se reduce a la mitad si el diputado falta, de forma injustificada, a la mitad de las sesiones plenarias de un año parlamentario (de septiembre a agosto).
JUNQUERAS, PENDIENTE
Así, el Parlamento abonará a cada uno de los líderes independentistas un total de 68.027,1 euros en concepto de salarios que no pudieron cobrar desde julio hasta diciembre.
En el caso de Oriol Junqueras, el Tribunal Supremo español debe aún pronunciarse sobre si permite al líder de ERC, condenado a 13 años de cárcel e inhabilitación por un delito de sedición, ser eurodiputado o no.
También tendría derecho a este desembolso si se le permiten completar los trámites.
YA RECONOCIDOS
Puigdemont, Comín y Junqueras ya son reconocidos eurodiputados por el Parlamento Europeo, disponen de un perfil como tal en la página web de la institución y se les ha habilitado un buzón personal en la sede de la Eurocámara en Bruselas.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó el pasado 19 de diciembre que Junqueras debería haber sido considerado eurodiputado y gozar de inmunidad desde la proclamación de los resultados de los comicios europeos, en una sentencia que benefició igualmente a Puigdemont y Comín, huidos en Bélgica y que también obtuvieron escaños.
