Durísimo alegato del 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, contra la democracia española por el juicio del 9-N, una democracia que ha calificado de "enferma" por perseguir judicialmente al 'expresident' Mas, y las 'exconselleras' Joana Ortega e Irene Rigau. La intervención de Puigdemont, no prevista en el pleno, ha dado pie a la intervención del resto de grupos. Mientras el PP, Ciutadans y el PSC han rechazado las tesis de Puigdemont, Catalunya Sí que es Pot se ha puesto al lado de los tres procesados pero ha cuestionado su estrategia de defensa y la CUP ha exigido un referéndum que incumpla claramente la ley estatal.

El alegato de Puigdemont, calificado por algunos grupos de electoralista, ha sido un juicio sumarísmo a la calidad democrática española. "Una democracia que envía a juicio a responsables políticos de una jornada tan sana y edificante como el 9-N es una democracia que ha enfermado, y viene de lejos, no pasó página durante la transición", ha afirmado. El 'president' ha lanzado duras invectivas también contra los principales partidos españoles, contra los medios de comunicación y sus "mentiras" respecto al juicio del 9-N y el proceso soberanista, y en suma ha hablado de una "democracia de intensidad variable".

"El 'president' Mas, Ortega y Rigau son culpables de haber creido en el Parlament y de haber creído en la idea de que en democracia lo primero es escuchoar a los ciudadanos, sin ciudadanos puede haber gobierno, legalidad, tribunales, peo no democracia ni libertad, una democracia a la que no le importa lo que piensan sus ciudadanos es incompleta, está troquelada por límites que ya no está en manos de las personas". Puigdemont ha recordado casos como el 'fernandezgate' e incluso algunos relacionados con el exjefe de Estado, Juan Carlos I.

"Ni diálogo ni pactos ni propuestas, juicios y amenazas y una democracia de intensidad variable que se regula a conveniencia de la mayoría que gobierna", ha espetado en otro momento de un alegato que llevaba escrito.

PETICIÓN DE DIÁLOGO

Con todo, Puigdemont ha acabado su intervención con una apelación al diálogo: "La democracia española ha enfermado, quizás creen que la curará con amenazas e intransigencias ,es peor. Este juicio será juzgado por la historia como fue la sentencia contra el Estatut como la negativa obtusa a dialogar sobre lo que esta pasando entre Catalunya y España. No querer hablar es una decisión errónea e irresponsable porque es de esto que hemos de dialogar. Dialogar pide voluntad para hacerlo. Si uno se ve capaz de hacer de interlocutor con Donadla trampa todavía debería ser más capaz de ser interlocutor activo con Catalunya. Dialogue nosotros que podemos y queremos. ¿Quieren?".

LA OPOSICIÓN Y LA DEFENSA DE MAS

La intervención de Puigdemont ha abierto turno de palabras del resto de partidos. Ciutadans, el PP y el PSC han coincidido en asegurar que el juicio del 9-N tiene lugar porque se desobedeció al Tribunal Constitucional. Además han calificado a Mas, Ortega y Rigau de incoherentes por su estrategia de defensa, distinta a la de sus posicionamientos políticos fuera del tribunal de justícia. "Aquí sacan pecho, dicen que desobedecieron por que el TC no es competente, luego ante el juez dicen 'yo no lo sabía, fueron los voluntarios, la orden no me llegó correctamente'... tengan respeto por los voluntarios", ha espetado la líder de la oposición y dirigente de Ciutadans, Inés Arrimadas.

EL DIÁLOGO SEGÚN ALBIOL

El líder parlamentario del PP, Xavier García Albiol, ha criticado el discurso de Puigdemont y lo ha responsabilizado de no aceptar la mano tendida por el Gobierno central para dialogar. "Que haga referencia a que no hay diálogo por parte del Gobierno de España es una provocación, el único que no quiere el diálogo es usted, a usted lo que le va es el monólogo, salir aquí, hacer su numerito electorla, el diálogo es algo de lo que huye, que teme”, ha afirmado.

Por su parte, el representante de Catalunya Sí que es Pot (CSQP), Lluís Rabell, ha mostrado su apoyo a los tres procesados por el 9-N pero ha calificado el discurso de hoy de Puigdemont de electoralista. Y también ha cuestionado la estrategia de la defensa en el juicio: "No fue una declaración estilo Fidel Castro, la historia me absolverá sino que ‘no nos lo dijeron en buena forma, no eramos conscientes de que desobedeceíamos’… o se desobedece o no se desobedece y cuando lo haces aceptas las consecuencias de la desobediencia, cuando hemos ido a desobedecer por des desahucios aceptabas que gobiernos como el del CiU nos dieran garrotazos y nos pusieran multas”.

Ante este discurso, la representante de la CUP, Anna Gabriel, se ha dirigido a CSQP para decirles que ante el futuro referéndum habrá ocasión para desobedecer y recibir garrotazos. Gabriel ha reclamado al Govenr que esta vez no se organice un proceso participativo. "Queremos hacer un referéndum, no ninguna otra cosa, y no será legal, es evidente", ha advertido.