El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, apostó ayer de forma inequívoca por la necesidad de que la futura Cataluña independiente que persigue el Gobierno que lidera disponga de un ejército propio. Es la tesis que abiertamente ha defendido en los últimos meses su partido, el PDECat, y también el expresident Artur Mas sobre la cual Puigdemont pidió ayer actuar «sin complejos».

Durante un chat en la red social Zonetacts, Puigdemont afirmó la política de defensa es «absolutamente indispensable» y al respecto aludió a la lucha contra la amenaza yihadista. «Hace falta un esfuerzo en inteligancia militar y recursos para afrontar los ataques de las guerras modernas», añadió.

«NACIONES ALIADAS»

Al respecto, Puigdemont es de la opinión de que una Cataluña independiente «se ha de poder defender y sindicar la voluntad de defensa con otros» países. El president catalán reforzó su argumento con esta idea: «No tengamos complejos, Cataluña ha de poder tener una política de defensa homologable a la que hacen naciones aliadas».

Mientras, el consejero catalán de Interior, Joaquim Forn, aseguró en la SER que el independentismo es una «vía de subsistencia» para los catalanes porque, según él, se ven «amenazados». «Estamos optando por una vía (la independencia) que queremos que sea mejor para la subsistencia de nuestro país», dijo Forn. Preguntado por quién ejerce las amenazas, izronizó aludiendo a «¿las cloacas de Interior, las cloacas del Estado, las cloacas contra algunas opciones políticas?». «Se están persiguiendo determinadas opciones políticas y para algunos es una cuestión de subsistencia», reiteró el consejero.

Al tiempo, sigue abierto uno de los frentes de discusión entre las fuerzas independentistas: la fecha de aprobación de la ley de transitoriedad presentada el lunes y la del referéndum. Ambas están depositadas en el registro de la Cámara catalana, pero nadie acierta a poner fecha a su tramitación.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, la diputada anticapitalista Gabriela Serra consideró que ambas leyes deben ratificarse «ya»; es decir, en el pleno de la semana que viene. En cambio, Junts pel Sí se desmarcó y evitó fijar una fecha para este trámite legal necesario para que entren en vigor.

«Pensamos que se tendría que aprobar la ley del referéndum, así como la de transitoriedad jurídica, en el pleno de la semana que viene», señaló Serra. De este modo, continuó, se podrán responder todas las incógnitas sobre mecanismos, procedimientos y cómo afrontará el Govern la reacción del Ejecutivo central.

EN EL AIRE

En cambio, el presidente de JxSí y dirigente del PDECat, Lluís Corominas, optó por dejar en el aire la fecha de aprobación de estas normas. «En ese momento, lo más inteligente es decir que hay diversas posibilidades: en el pleno del 5 y 6 de septiembre o en un pleno monogràfico que podemos pedir tanto Junts pel Sí como la CUP. Mantenemos abierta la posibilidad de que sea fuera de un pleno ordinario», subrayó.

Al margen de esta divergencia, tanto Serra como Corominas quisieron remarcar que sus grupos se han comprometido a aparcar sus diferencias ideológicas hasta el proceso constituyente.