“IES Damià Campeny, Puig i Cadafalch y Thos i Codina, ocupados. Prioridad Puig i Cadafalch y reforzar Afers Socials (Nàpols18) y adultos en el Satorras”. Es la consigna, en forma de tuit, que Referèndum Mataró -@ref1octmataro- lanza a las 19.30 horas de hoy viernes para comunicar que las ocupaciones de espacio avanzan como estaba previsto en la capital del Maresme.

“Si aseguramos que habrá actividades durante todo el fin de semana, ninguno colegio cerrará”. Ésta es la idea: ocupar los espacios a partir del segundo después que finalicen las actividades habituales de cada uno de estos equipamientos y hacerlo con actividades de fin de semana, que doten de normalidad la situación.

Son 16 espacios y desde hace bastantes días desde diversas instancias se ha planificado quién y cuándo se personará a cada uno de ellos para que, a su llegada, los Mossos encuentren una muchedumbre que les haga dudar de la idea de desalojarlos en función del criterio de proporcionalidad.

16.45 horas. Un grupo de los ocupantes del Institut Alexandre Satorras de Mataró se acerca a la verja que encierra el recinto y atan la puerta con un candado de grandes dimensiones. Es el momento definitivo: el instituto ha sido ocupado.

“A las 2 del mediodía hemos llegado al centro y hemos ido directamente a la dirección para notificarlo, que nos ha dado las llaves del centro. Al cabo de un rato han aparecido los Mossos, que han levantado acta y se han ido”, cuenta Joan Barnet, una de las 20 personas que ocuparán el espacio hasta el domingo a les ocho de la mañana.

Algunos son estudiantes del centro y otros de entidades como Sala Cabanyes y la agrupción escolta Arrels. Pasarán las muchas horas que quedan adelante jugando al Monopoly, al Cluedo y al dómino; de momento juegan a cartas. Habrá rato para entrenerse.

17.30. Pasamos por otro punto de votación en el barrio de Rocafonda, su Centre d’Atenció Primària, donde la tarde es totalmente normal y se trabajará hasta mañana a las 17 horas, de manera que no hay de momento ninguna ocupación.

A un centenar de metros, en la misma Ronda Rafael Estrany, se encuentra el nuevo instituto Les Cinc Sénies, que abrió las puertas el pasado 12 de septiembre por primera vez. En su interior, en una de las nuevas clases, unas treinta personas se hallan reunidas cuando reciben la visita de EL PERIÓDICO. Están a la espera de que llegue más gente para poder decidir en asamblea que actividades se llevarán a cabo durante el fin de semana.

“Hemos comunicado a la dirección del centro que haríamos actividades durante el fin de semana y nos han dejado aquí bajo nuestra responsabilidad, pero no tenemos las llaves”, cuenta Albert Lluch, padre del centro, que acoge de momento una línea de primero de ESO.

No todos los que están aquí son padres; también hay personas que deben votar aquí, como Ignasi Chiva, y quieren asegurar su derecho con su presencia física. Y también varios jóvenes que no tienen nada que ver con el centro y son de la JERC, de sindicatos, del Sindicat d’Estudiants del Països Catalans y de la Asamblea de Joves per la Unitat Popular.

Es el momento en que aparecen informaciones en el sentido que los Mossos tienen que desalojar a todo el mundo antes de las seis de la mañana del domingo. “¿Qué haremos si vienen a desalojarnos? Pues dependerá de si vienen dos o si vienen cuarenta… ya veremos”, explica Eliseu Sesa, un vecino del barrio que se ha sumado a la concentración.

18.20. En el Institut Thos i Codina, otro de los teóricos centros de votación del domingo, las clases hoy viernes no finalizan hasta las 19.30, de manera que cuando llegamos la actividad es totalmente normal. Unos carteles colgados en las paredes, eso sí, apuntando: “Fin de semana deportivo y encuentro ‘geganter’. Del viernes 29 de septiembre a las 19h hasta el domingo día 1 por la mañana”. Ninguna mención al referéndum, pero ni falta que hace. A las 19 horas empieza la ocupación.

En este caso son los propios profesores del centro los que han decidido abrir las puertas el domingo en una asamblea celebrada ayer jueves y la AMPA no ha tomado ninguna decisión al respeto. Además las personas ocupantes están tranquilas porque la ‘consellera’ ha asumido la responsabilidad de los espacios, de modo que no puede caer sobre ellos -a priori- ninguna responsabilidad.

“Los Mossos vinieron el martes a llevar la notificación de que no se podía llevar abrir el colegio. Tenemos claro que en un momento u otro vendrán a desalojarnos, de forma que pediremos a la gente que venga especialmente a partir de la tarde del sábado”, explican fuentes del instituto.

18.45. En el barrio de Cerdanyola, uno de los principales puntos de votación -ya lo fue en el 9-N- es el instituto Puig i Cadafalch, nombre ilustre en la ciudad. Su directora, Rosa Maria Betran, explica que hay clases programadas hasta las 21 horas y que no tiene conocimiento que nadie vaya a venir a hacer ninguna ocupación. “Si viene alguien, en función de quien sea y que proponga, ya veremos qué hacemos”, explica.

Justo al cabo de pocos momentos, un grupo de cinco chicas -tres de las cuales pertenecen a las JERC, las juventudes de Esquerra- llegan ataviadas con mochilas y esterillas. “Sí, venimos a ocupar el espacio y a dormir aquí”, admiten, aunque la versión oficial es que a las 19 horas hay un pase del documental ‘Frontera’ y “ya se sabe que a veces estas cosas se alargan”, comenta con sonrisa pícara un profesor que prefiere mantener el anonimato.

19.15. Bajamos de la parte alta del barrio de Cerdanyola y nos situamos en las calles circundantes a la avenida Gatassa, veritable eje del “barrio grande” de la capital del Maresme. Allí, en la calle Nàpols, la Generalitat ha situado un segundo centro de votación, en una oficina del Departament de Benestar i Família que se estrenaría como centro de votación.

En su interior, desde la una del mediodía, hay una diez personas sentadas en las sillas que habitualmente usan los que vienen a hacer gestiones en estas dependencias que, por las tardes -esto explica que estén tan vacías- solamente acoge citas previamente programadas, hasta las 20.30 horas. Son pocos y de hecho, a través de Twitter y Whatsapp, están haciendo un llamamiento a qué más personas se incorporen a la ocupación.

Sus responsables rehúsan que se tomen fotos del interior y en la puerta los concentrados nos explican qué les ha llevado aquí: “Hemos venido a ocupar el espacio porque la gente pueda votar el domingo”. Lo explica Toni López de Haro, vecino del barrio, que ha escogido venir a proteger este punto de votación porque es el que le quedaba más cerca de casa.

De entro los concentradas, personas a título individual, vecinos de Cerdanyola e integrantes de las JERC, CUP Mataró, VoleMataró y el Comitè de Defensa del Referèndum. Cuando los trabajadores de la Generalitat tengan que irse, éstos probablemente avisarán a sus superiores que no pueden cerrar las instalaciones y… “ya veremos qué pasa. ¿Si vienen los Mossos? Pues interlocutaremos con ellos pero… nuestra intención es no irse”.

“Venga, qué queréis para cenar?”, les pregunta un vecino que también se ha sumado a las concentraciones. Esto va para largo…