MARÍA DOLORES DE COSPEDAL

En su preparado discurso de presentación, la todavía secretaria general del partido defendió la experiencia que tiene en varias esferas, todas clave para reforzar su candidatura. Primero, recordó que es abogada del Estado y que fue consejera laboral en la Embajada de España en Washington y subsecretaria en dos ministerios. Segundo, hizo gala del amplio conocimiento de la militancia después de haber sido 10 años secretaria general del partido y haber defendido sus siglas sin pensar su propio “instinto de autoprotección”. Tercero, sabe “lo que es ganar elecciones”. Cospedal venció en 2011 con mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. Y, por último, también ha experimentado lo que es gobernar para España como ministra de Defensa.

Estos podían ser sus puntos a favor, pero la secretaria general (dejará el cargo el viernes, cuando sea proclamada ‘precandidata’) tiene otros en contra, como los casos de corrupción que han estallado cuando ha sido la número dos. Para siempre quedará la declaración en pleno escándalo de Luis Bárcenas sobre el “finiquito en diferido” del extesorero. Y, además, debe vivir con el hecho de que en los ‘papeles de Bárcenas’ aparezcan dos apuntes sobre un tal ‘López H’, que en 1997 entregó 15 millones de pesetas en negro al PP, y un ‘López Hierro, que hizo lo propio en 1998 con 4 millones. Cospedal se casó en 2009 con el empresario Ignacio López de Hierro y niega que esas anotaciones se refieran a su marido. Nunca ha sido imputado, porque los posibles delitos, de haberlos cometido, ya habían prescrito.

SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA

La exnúmero dos de Mariano Rajoy se ha decidido a dar la batalla por el PP pese a no contar con un sostén orgánico. Por eso, ante ese déficit en el organigrama del partido, Soraya Sáenz de Santamaría ha dejado claro desde el primer día que su baza son los afiliados. En su discurso ante los periodistas para presentar su candidatura, apeló en varias ocasiones a las bases. “Si escuchamos a los militantes, acertaremos”, declaró. La estrategia no estuvo exenta de críticas malintencionadas de algunos dirigentes del PP que estos días recuerdan cómo les costaba arrastrarla estos últimos años a los actos que organizaba el partido los fines de semana o cómo se escabullía, cuando era portavoz del Gobierno, cuando los viernes le preguntaban los periodistas por los escándalos de corrupción que afectaban al partido.

Santamaría se definió como “una militante más” y ofreció “humildad, responsabilidad e integridad” porque cree que es lo que demandan las bases.

Durante el anuncio de su candidatura, la exvicepresidenta subrayó que se presenta con el “aval” de lo que ha hecho en los gobiernos de Mariano Rajoy y también sacó pecho de que sabe lo que es la oposición, porque acompañó al ya exjefe del Ejecutivo en su travesía en el desierto. El político gallego la eligió en 2008 como portavoz del grupo parlamentario en el Congreso y de allí le acompañó hasta la Moncloa.

Auguró que el PP volverá al Gobierno si hace una “buena oposición” y animó a la militancia a creer en ello porque son “un partido fuerte, un partido con vocación mayoritaria”.

PABLO CASADO

Dice que va a por todas y que no piensa tirar la toalla antes de la votación de los afiliados, el 5 de julio, cuando la militancia tiene que elegir a los dos que pasarán a la segunda vuelta. Pablo Casado considera que ha llegado el momento de su generación, “la de los millennials”, y que pide la oportunidad de pasar a la primera línea de la política sin dejar de contar con los pesos pesados del partido. En su opinión, el “ciclo” que representan tanto Soraya Sáenz de Santamaría como María Dolores de Cospedal ya ha acabado y ahora es necesario que se pongan al frente personas como él, que llevan 15 años en el partido y ya se sienten fuertes para dirigir la formación. Y subraya que no lo hace en un momento “dulce”, como podría haber sido el 2011, cuando Mariano Rajoy ganó con mayoría absoluta. Lo hace “en el peor momento” del PP, subrayan fuentes de su equipo.

Casado va a defender en los próximos días que él es el mejor representante de “la unidad” que necesita el partido en estos momentos y que ha demostrado que sabe avanzar sin romper. Apadrinado por José María Aznar y Esperanza Aguirre, el todavía vicesecretario de Comunicación (dejará el cargo el viernes, cuando sea proclamado ‘precandidato’) nunca ha renegado de sus inicios con los dos veteranos del partido. “Siempre he intentado unir y ser la argamasa de muchos proyectos políticos”, declaró este martes a la prensa. Pidió una participación “masiva” de los afiliados y anunció que se prepara para hacer muchos kilómetros en los próximos días para visitar muchas agrupaciones.

JOSÉ MANUEL GARCÍA MARGALLO

Lo advirtió ya desde la misma tarde en que Mariano Rajoy perdió la moción de censura, allá por el viernes, 1 de junio, porque parece que haya pasado un siglo. José Manuel García Margallo se temía que Soraya Sáenz de Santamaría diera el paso para presidir el PP y avisó que él haría lo propio para intentar pararle los pies. Y así ha sido. El exministro de Exteriores anunció el lunes que va a presentarse a presidir el partido porque, además de tratar de frenar a la exvicepresidenta, quiere que haya “un concurso de ideas”.

El exjefe de la diplomacia española culpó en varias ocasiones a la política vallisoletana de tomar “decisiones equivocadas” en Catalunya y de ser la “responsable” de todas las decisiones estratégicas respecto a los políticos independentistas.

Solo estaba dispuesto a dar un paso atrás si Alberto Núñez Feijóo se presentaba con un proyecto que le encajara, pero tras la renuncia del presidente de la Xunta, el pasado lunes, Margallo considera que debe participar en la carrera para suceder a Rajoy, amigo personal desde hace décadas. Espera que todos los candidatos expliquen “para qué se presentan, por qué se presentan, qué quieren hacer con el partido y para qué quieren el partido”. “Cuando he creído que el proyecto del PP está en peligro y lo está, me he visto obligado a dar el paso. Me ha parecido de civismo elemental aportar mis ideas”, declaró este martes. “Yo soy muy peleón”, avisó en otro momento.

JOSÉ RAMÓN GARCÍA HERNÁNDEZ

El diplomático, que es también diputado por Ávila, quiere llegar a la presidencia para “rearmar a todo el centro-derecha” y defiende la necesidad de que el PP refleje los valores liberales y del humanismo cristiano que “ponen en el centro a la persona”. García-Hernández teme que si su partido no aprovecha esta crisis para rearmarse, como han hecho otras formaciones conservadoras europeas, quede “desdibujado”.

Fuentes de su entorno descartan sumarse a alguna de las candidaturas antes de la votación en la primera ronda, en la que participarán los afiliados el 5 de julio.

JOSÉ LUIS BAYO

José Luis Bayo se ha presentado como el candidato de “las bases” y cree que es un punto a favor no ostentar ningún cargo en el partido. “No traigo mochila de absolutamente nada”, declaró. Por ahora es el único que ha presentado los avales: 350. El resto de aspirantes lo harán a lo largo del miércoles (el plazo acaba a las dos).

Bayo no descarta retirar su candidatura si llega a acuerdos con otros candidatos. El expresidente de Nuevas Generaciones lamenta que el partido no pueda debatir durante más tiempo. De hecho presentó la semana pasada pidió que el congreso extraordinario se celebrara en septiembre para “rearmar el partido ideológicamente”.

ELIO CABANES

Sobre la bocina llegó el séptimo y último aspirante a la sucesión del trono de Mariano Rajoy. No fue finalmente Íñigo de la Serna, exministro de Fomento, que finalmente descartó unirse a la carrera. Finalmente ha sido Elio Cabanes Sanchís, concejal del PP de La Font de la Figuera (Valencia). Ha presentado su candidatura a solo unas horas de que terminara el plazo pero, como en el caso de Bayo, tiene las mismas opciones de poder sorprender a Cospedal, Santamaría o Casado que Irán de ganar el Mundial.