El exconfidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier, que esta semana cumple la pena de 10 años que le fue impuesta por suministrar los explosivos de los atentados del 11-M, ha escrito una carta en la que confía en que algún día se sepa "la verdadera verdad" de la matanza en los trenes de Madrid. "Nunca fui vuestro enemigo", defiende en la misiva Zouhier, que quiere "dejar claro a la sociedad española" que ha cumplido "la injusta condena con la conciencia super limpia de no haber hecho daño a nadie" y menos, apunta, a un pueblo que le "ha tratado bien".

"No me importa seguir siendo el saco de boxeo que han puesto delante para que descargueis vuestra ira", añade Zohuier. "Pero os aseguro", apunta, "que los peligrosos son los que ordenaban cada paso, aquellos que nos han mentido, engañado y finalmente sentenciado lo ocurrido para que no se sepa la verdad".

Zouhier fue condenado a 10 años de cárcel por servir de enlace entre los suministradores de explosivos y la célula terrorista que llevó a cabo los atentados terroristas del 11 de marzo del 2004, en los que murieron 191 personas y 1.856 resultaron heridas. Esta semana abandonará la cárcel de Puerto de Santa María I (Cádiz), donde se casó recientemente con una mujer española, lo que podría evitar su expulsión a Marruecos. Una medida que la Audiencia Nacional propuso a la Policía Nacional al dictar su licenciamiento definitivo.

También alude en la carta a esa petición de expulsión: "Pronto seré expulsado para no ser ni siquiera escuchado, pero quiero dejar claro que me voy con la conciencia tranquila". Tras expresar su "respeto hacia todas las víctimas", espera su excarcelación, afirma, "sin ilusión", ya que confiaba "en recuperar antes su inocencia".