Cuando pisaron el suelo no se lo creían. El líder del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, salvaron ayer la vida al caer el helicóptero en el que acababan de despegar de la plaza de toros de Móstoles (Madrid). Por fortuna, aunque el helicóptero cayó desde una altura de 10 metros y el motor se mantuvo encendido varios minutos después de tocar tierra, el aparato no explotó. Rajoy sufrió la fractura de un dedo y la luxación de otro, y Aguirre, sólo leves magulladuras. La Asociación de Pilotos de Helicópteros denunció que el plan de vuelo no cumplía las mínimas garantías de seguridad

Iba a ser una jornada más en la agenda de Rajoy. Acompañado por la presidenta madrileña, tomó en Madrid un autobús repleto de periodistas con destino a Móstoles. A su llegada, hacia los 12.15 horas, le esperaba un helicóptero con el que la nueva Brigada Especial de Seguridad (Bescam) pretende prevenir la delincuencia en la Comunidad de Madrid. Todo iba según lo previsto hasta que el aparato despegó desde el coso de la pequeña plaza de toros de Móstoles. En su interior, además de Rajoy y Aguirre, viajaban el alcalde de Móstoles, Esteban Parro, el cámara de Antena 3 TV Fernando Maté, y los dos pilotos, que salieron ilesos.

DANDO VUELTAS El Bell 206 LT Twin Ranger de la Bescam ascendió 10 metros y, al superar las siete gradas de cemento, cambió de rumbo por sorpresa y cayó bruscamente dando vueltas. La hélice de cola se rompió al tropezar con el muro de ladrillo que cierra el recinto, a la altura de la puerta de la enfermería, y a partir de ahí el aparato cayó a plomo desde una altura de cuatro metros. Las hélices superiores salieron disparadas hechas añicos, impactaron en algunos vehículos y quedaron esparcidas en varios metros a la redonda.

Los conductores de los coches oficiales y los escoltas que estaban fuera del recinto, junto a la puerta de cuadrillas por la que habían entrado los dirigentes del Partido Popular, acudieron a sacar con rapidez a sus ocupantes del aparato. El helicóptero seguía encendido y echaba humo por los tubos de escape del techo. Pedro Ruiz, conductor del autobús del PP, temió que el aparato explotara y buscó un extintor que, finalmente, resultó innecesario.

AGENDA SUSPENDIDA Rajoy fue ingresado en el Hospital de Móstoles, donde le escayolaron dos dedos --el tercero y cuarto de la mano derecha-- con inmovilización hasta el antebrazo. El líder del PP, que recibió el alta pasada la medianoche y tras someterse a un profundo reconocimiento médico, suspendió su agenda de hoy para guardar reposo, pero mañana participará en el acto contra el Estatuto catalán convocado por su partido en Madrid. Por su parte, Aguirre, tras un reconocimiento médico, regresó a su despacho y retomó su agenda oficial.

El aparato siniestrado era un Bell 206-Twin Ranger y justamente el miércoles había renovado el certificado de aeronavegabilidad. Pertenece a la empresa alicantina Helisureste, que cuenta con 41 helicópteros similares y 8 aviones aerotaxi. Esta firma ha obtenido contratos de alquiler de varias autonomías gobernadas por el PP. El aparato siniestrado ayer había sido contratado por el Gobierno de Jaume Matas en Baleares como ambulancia aérea.

CCOO denunció en el 2004 irregularidades en los conciertos de este servicio y señaló que el helicóptero no cumplía las condiciones mínimas exigidas. A ello se sumaron también "irregularidades" denunciadas por el Colegio Oficial de Pilotos de Aviación, pero la Fiscalía archivó el caso y el helicóptero fue trasladado a Madrid.

MALAS CONDICIONES Ayer, el presidente de la Asociación de Pilotos de Helicópteros, Mariano Aguilera, atribuyó el accidente al diseño de la operación. Según Aguilera, las previsiones no fueron adecuadas y el margen de seguridad de los pilotos "estaba al límite". "Está claro que una plaza de toros no es un helipuerto", concluyó, en referencia a las malas condiciones del lugar para efectuar una maniobra como la que ayer terminó en accidente. "No sé a quién se le ha podido ocurrir utilizar una plaza de toros como un lugar de aterrizaje y despegue de un aparato de este tipo".

Aguilera señaló la relación entre el peso --el aparato iba al máximo de pasaje-- y la potencia como otra posible causa del siniestro: "Este modelo no va sobrado de potencia y, cargado con seis personas, requiere un espacio para realizar la maniobra bastante más amplio que el escogido".

La investigación abierta por la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, durará previsiblemente un mes, y en los próximos días finalizará sus indagaciones la empresa propietaria del aparato.