Mariano Rajoy subió ayer el tono de sus críticas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la clausura del congreso del PP catalán, que reeligió a Josep Piqué como presidente con el 81% de los votos válidos (el 78,7% de todos los emitidos). Rajoy presentó al presidente del Gobierno como el culpable de la inestabilidad que, a su juicio, se ha instalado en España y de haber dado a ERC un protagonismo que no le corresponde por su peso electoral. "Carod es un foco de crispación por culpa de Zapatero y Pasqual Maragall, que le han elegido como socio de gobierno teniendo otras alternativas", dijo.

La crispación a la que se refería Rajoy tiene que ver con la propuesta del presidente de ERC de boicotear la candidatura olímpica de Madrid, pero también quiso relacionarla con el hecho de que el PSOE carece de un programa claro de gobierno y toma sus decisiones "al día", respondiendo a las "presiones" de Esquerra.

Rajoy citó como ejemplos la política exterior del PSOE, su forma de encarar las reformas de la Constitución y los estatutos --"aún no sabemos qué quiere", dijo--, y su "indefinición" a la hora de exponer su programa económico. A su juicio, los independentistas han dejado a Zapatero "mudo y a la deriva".

´GRAN HERMANO´ Rajoy, como hizo posteriormente también Piqué, no evitó volver a cargar contra el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, cuya afirmación de que José María Aznar apoyó a los golpistas que intentaron derrocar al presidente Hugo Chávez en Venezuela ha motivado que el PP haya decidido reducir al mínimo las relaciones con el PSOE. "No podemos tener relaciones normales", sentenció Rajoy. "Zapatero debería haber rectificado o cesado a Moratinos, pero lo que no puede hacer es nada", opinó. El líder popular también ironizó al decir que si el programa de televisión Gran hermano apoya el a la Constitución europea es porque el Gobierno "desconfía" de que Moratinos pueda hacer esa labor.

Rajoy aseguró asimismo que el talante de Zapatero no le impide dirigir "cruzadas contra los católicos y los jueces". Sobre estos últimos, dijo que el PSOE ha cometido una "doble tropelía", al reclamar que se repita la votación que perdió el Gobierno para cambiar el sistema de elección de los jueces. "Esto no es democrático", enfatizó, para añadir que él también podría pedir que se repitiera la votación de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos del Estado porque su partido la perdió. Para Rajoy, esta actitud demuestra que Zapatero esconde detrás de su talante una actitud poco "democrática".

PATEAR LA CALLE Rajoy pidió "máximo apoyo" para el exministro Piqué, al que colmó de elogios. Ello no impidió que deslizara un velado reproche a su escasa dedicación al partido. Así, le instó a estar más en la calle para crecer en Cataluña: "Piqué es el mejor, lo demuestra cada día en el Parlamento; si le echamos ganas, pateando las comarcas, las cosas irán cambiando".