El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido hoy el ejercicio de la política desde la "moderación" y el "sentido común", y con "prudencia" frente a quienes apuestan por el "populismo" y la "demagogia"

En su discurso de clausura de las jornadas de buen gobierno en los ayuntamientos que celebra el PP en Barcelona, Rajoy ha admitido que es tiempo de "mucha confusión" y "mucho ruido", y en el que "resulta muy fácil apuntarse al coro de los airados, los frívolos y los extremistas".

Igualmente ha lamentado que éstos "son los tiempos de las ocurrencias" y de las "soluciones fáciles o milagrosas a problemas que son muy difíciles", y por eso ha insistido en que hay que tener "coraje y valentía" para hacer política desde la moderación y el sentido común.

Aunque no ha citado explícitamente a Podemos, el jefe del Ejecutivo ha contrapuesto su política "esforzada" y "coherente", la "política de la gestión en las instituciones" frente a la de "los platós de televisión".

También ha subrayado que "todo el mundo reconoce fuera de España" el esfuerzo y las reformas que ha hecho el Gobierno para salir de la crisis, algo que también saben quienes, ha dicho, son "incapaces de mirar la realidad sin los anteojeras de su sectarismo".

Ha tenido Rajoy asimismo en su discurso duros reproches para el PSOE, cuando ha criticado a "quienes buscan el aplauso fácil diciéndole a cada uno lo que quiere oír para desdecirse al minuto".

"Cómo se puede pactar una reforma de la Constitución con alguien que dos años después dice exactamente lo contrario, qué credibilidad hay para pedir eso", se ha preguntado en alusión a la propuesta del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de modificar la reforma del artículo 135 de la Carta Magna, relativo a la estabilidad presupuestaria, que socialistas y populares pactaron en 2011.

Y ha lamentado que los socialistas no hayan apoyado al Gobierno ni con las medidas anticorrupción ni en Europa, cuando se opusieron a la designación de Miguel Arias Cañete como comisario, mientras el PP siempre ha apoyado a todos los españoles que iban a ocupar una cartera en la Comisión, fuesen del partido que fuesen.

"No se obtienen apoyos populares haciéndose el simpático", ha insistido Rajoy, quien ha defendido la "política del contenido", la frente a la del "eslogan", y la que apuesta por los pactos y la concordia "y no la ira".