El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió ayer su presencia y la del Rey en la manifestación del sábado de Barcelona. «Estuvimos donde teníamos que estar», afirmó. Y ante los silbidos y abucheos de los independentistas recalcó: «Las afrentas de algunos no las hemos escuchado». Rajoy se refirió a los atentados de Cataluña en su intervención en el acto organizado por el PP en la localidad pontevedresa de Cerdedo-Cotobade, celebrado un día después de la multitudinaria manifestación de Barcelona como muestra de repulsa del terrorismo. «Estamos orgullosos de haber estado allí y de que estuviera también el jefe del Estado», subrayó.

Rajoy insistió en esta idea: «Estuvimos como muchas personas y muchísimos más que no pudieron estar, expresando nuestro apoyo a las víctimas y nuestra solidaridad con todos los catalanes sensatos, moderados y respetuosos» «A todos ellos, el resto de los españoles hemos ido a darle nuestro apoyo y nuestra solidaridad, y las afrentas de algunos no las hemos escuchado», dijo.

El presidente del Gobierno inició su intervención refiriéndose a los atentados de Cataluña y rindiendo homenaje a las víctimas y sus familias. «Las víctimas del terrorismo están en el corazón de la democracia española y reivindicarlas deslegitima a los asesinos porque es reivindicar la humanidad frente al terror. Nuestra democracia no cede ante la barbarie», añadió.

LLAMADA A LA UNIDAD

Asimismo, volvió a hacer una llamada a la unidad porque en la lucha contra el terrorismo «aparcar las diferencias nos hace grandes». «Nadie ha logrado vencer al terrorismo solo, desunidos. La unidad de los demócratas es el peor enemigo del terror, y el mayor favor que le podemos hacer a los terroristas son las fisuras entre nosotros», resaltó.

Rajoy garantizó que la lucha contra el terrorismo seguirá siendo una de las prioridades del Gobierno, recordando que se pudo vencer a ETA y llamó a tener claro que los únicos responsables de los crímenes son los terroristas. «Y nadie más», enfatizó.

MENSAJE A LA GENERALITAT

Consciente de que la sociedad penaliza el uso partidista del terrorismo, Rajoy lanzó su advertencia al presidente catalán desde la arena política: «Lo que debería suceder es que algunas polémicas rancias que no aportan a la convivencia pasaran al olvido», en referencia al debate soberanista. El presidente sostuvo que «España no se puede parar ni se va a parar por los hechos de Barcelona» y aseguró que si Puigdemont sigue con su plan hacia el 1-O, el Gobierno actuará para defender la soberanía nacional y la Constitución.

Si algunas esferas habían especulado con la posibilidad de congelar los planes independentistas, Puigdemont atajó esa posibilidad al anunciar en el Financial Times -justo el día antes de la manifestación y- que la Generalitat ya tiene 6.000 urnas preparadas para el 1-O.

El líder del PP recogió el guante. «Me gustaría que algunos responsables políticos renunciaran a sus planes de ruptura, división y radicalidad. Esto es, también, lo que quiere la mayoría de la sociedad catalana», adujo desde su mitin gallego y volvió a prometer que el Ejecutivo será firme en la defensa de la unidad de España.

Para Rajoy, a los ciudadanos lo que les preocupa también es que prosiga la recuperación económica. A eso, aseguró, se va a seguir dedicando el Gobierno tras mostrar su orgullo por los logros conseguidos, como el que dice se conseguirá en el 2019, un año antes de lo previsto: llegar a 20 millones de personas con empleo.