Mariano Rajoy abogó ayer por las campañas electorales "civilizadas", en las que "se diga a la gente qué es lo que uno piensa de los temas importantes y de los que les afectan en su vida cotidiana". El secretario general del PP y candidato a la presidencia del Gobierno formuló esta declaración de principios en un mitin en Salamanca, un día después de que el director del gabinete de José María Aznar, Carlos Aragonés, reclamara ante el comité ejecutivo del PP más dureza contra el PSOE.

Rajoy, que presentaba su programa educativo, hizo un alarde de moderación al ofrecer "dialogar, lograr acuerdos y superar viejos litigios" para conseguir una educación de calidad "con igualdad de derechos y obligaciones en toda España".

IDIOMAS A LOS TRES AÑOS El candidato se comprometió a incorporar el aprendizaje de la lengua extranjera a los tres años, promover la flexibilidad de los horarios escolares y conectar todos los centros con internet en el 2005.

Rajoy evitó cualquier referencia a los documentos de la Generalitat republicana que reposan en el Archivo de Salamanca y que Cataluña reclama, a fin de no avivar la polémica. En su visita, el candidato fue recibido con una pitada por una treintena de manifestantes contra la guerra de Irak, en lo que constituyó la primera manifestación popular sobre el conflicto en la precampaña.

En su intervención del lunes ante el comité ejecutivo del PP, Aragonés estuvo de acuerdo con que el candidato mantenga una actitud moderada, pero destacó la necesidad de que el partido endurezca su ofensiva contra el PSOE. Desde la Moncloa se considera que el trabajo sucio contra los socialistas está recayendo casi en exclusiva en Aznar, mientras que en el partido se ha bajado la guardia.

RECURSO DE LA OPOSICION Por otra parte, la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso examina hoy los recursos que presentaron ayer el PSOE e IU contra la negativa del PP a que comparezca el presidente del Gobierno, José María Aznar, para que explique sus afirmaciones de que el régimen de Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva y relaciones con el terrorismo internacional. Ambas formaciones quieren, además, que Aznar asuma una investigación sobre el fundamento de sus reiteradas afirmaciones ante la Cámara para justificar la guerra. La Mesa, integrada por tres miembros del PP y dos del PSOE, ya ha rechazado en dos ocasiones la petición de comparecencia de Aznar.