La reprimenda de José María Aznar insufló ayer ánimos renovados a Mariano Rajoy. Si el domingo el presidente exigía a su sucesor que tuviera "más ambición" en campaña, ayer el candidato del PP a la Moncloa recogía el guante y endurecía el tono de los ataques a su adversario socialista. Rajoy emplazó a José Luis Rodríguez Zapatero a optar entre el pacto anti-ETA y el tripartito catalán, porque, a su juicio, ambos son incompatibles.

LA ALIANZA ERC-EA El escenario --la Junta General de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja)-- no lo propiciaba, pero el candidato popular a la Moncloa pidió cuentas a Zapatero por estar "coaligado" en Cataluña con ERC, que está "radicalmente en contra" del pacto anti-ETA firmado por PP y PSOE. También recordó Rajoy que ERC pretende formar grupo parlamentario en el Congreso con Eusko Alkartasuna, partido integrado en el Gobierno vasco y comprometido con el plan soberanista del lendakari Ibarretxe.

"Convicciones, claridad, determinación y coraje". Eso fue lo que Rajoy reclamó al líder del PSOE al exigirle que tome partido entre el pacto antiterrorista y el tripartito catalán. Por eso le retó a forzar al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y a sus socios a pronunciarse "con el PSOE" a favor del acuerdo antiterrorista. De lo contrario, alertó, Zapatero evidenciará su "debilidad y falta de ideas claras" y dejará "su credibilidad todavía más afectada".

Sin plantear la ruptura del pacto PP-PSOE, el jefe de campaña de Rajoy, Gabriel Elorriaga, apuntó que "los pasos" de los socialistas "hacen cada vez más difícil tener confianza en cuál va a ser su actitud futura".

REPLICA SOCIALISTA Desde el PSOE, María Teresa Fernández de la Vega criticó que Rajoy pida cuentas a Zapatero en vez de debatir con él, y le acusó de subirse al "carro de la crispación" por orden de Aznar.