Mariano Rajoy, líder del PP, alertó ayer de que no admitirá "frivolidades ni improvisaciones" en la reforma de la Constitución y de los estatutos en un proceso que, aseguró, puede abocar a España "al fracaso político y económico" si no queda claro "hacia dónde vamos".

El líder de la oposición, que pronunció en Sitges (Barcelona) la conferencia Los retos de la política española en el marco de la 21 Reunión del Círculo de Economía, criticó la "falta de concreción" del Ejecutivo socialista sobre los objetivos, procedimiento y plazos de las reformas estatutarias. Parafraseando a Ortega, abogó por superar "el viejo patriotismo que rinde culto a los antepasados" y sustituirlo por "un modelo que no perjudique a la España de nuestros hijos". Los cambios, subrayó, deben realizarse "con inteligencia y vocación de perdurabilidad".

En este sentido, Rajoy apeló al espíritu de la transición, que definió como "un asidero de certidumbre" frente a la indefinición con que, a su juicio, el Gobierno está planteando la reforma de la Carta Magna. "Ningún país que se precie de respetabilidad --subrayó-- está cambiando la Constitución cada 25 años".

CINCO CONDICIONES El secretario general del PP consideró "arriesgado" abordar la transformación del modelo de Estado sin un marco que fije las reglas. Los populares, recalcó, no se negarán en redondo pero quieren saber qué se reforma, y plantean cinco condiciones. A saber: que las reformas estatutarias tengan una perspectiva global; que se realicen por consenso; que cuenten con el doble acuerdo de las Cortes y de los parlamentos autonómicos; que preserven la solidaridad entre las regiones; y que no impongan asimetrías entre ellas. "La ruptura de los circuitos de solidaridad financiera interterritorial (...) conduce a una España de dos velocidades que los populares no admitimos", concluyó ante un auditorio formado por empresarios.

Rajoy analizó durante su intervención los retos de la actual situación económica, y recordó que "sólo la estabilidad institucional genera confianza entre los inversores". Asimismo, criticó las "concesiones muy importantes" que el PSOE hizo el jueves a la estabilidad presupuestaria con la aprobación en el Congreso del techo de gasto para el 2005.

PROPUESTA A PIQUE Tras su intervención, el líder popular reveló que ha solicitado al presidente del PP catalán, Josep Piqué, quien le acompañaba en Sitges, que ocupe "un lugar muy destacado" en su candidatura de cara al congreso que el partido celebrará en octubre.

Rajoy protagonizó antes de su intervención una distendida escena de sofá con el expresidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, quien también participó como ponente en las jornadas. Testigo de la charla fue, entre otros, el presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara.