El líder del PP, Mariano Rajoy, pasó ayer al ataque contra la oposición, especialmente contra el PSOE, después de que los socialistas y otros grupos se hayan subido al carro de las movilizaciones de los pensionistas por la exigua subida de sus prestaciones. El objetivo de la oposición es poner al Gobierno contra las cuerdas en un momento delicado, dado que quiere sacar adelante los Presupuestos del 2018 pero aún no ha logrado los apoyos suficientes.

Rajoy intervino en Canarias en la Escuela de Invierno, que forma parte del conjunto de actos organizados por el partido para «rearmarse programáticamente» ante el temor de que Ciudadanos pueda barrer con una parte importante del electorado conservador en las municipales y autonómicas del 2019. En un contexto por tanto propicio para el tono mitinero, el líder popular dejó atrás sus discursos más tediosos sobre cómo ha conseguido sacar a España de la crisis y desde el primer momento se lanzó contra la oposición y su intento de «destruir y no construir».

Rajoy mencionó expresamente al PSOE y aseguró que no acepta «lecciones» de esta formación en materia de empleo o pensiones cuando el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero «congeló» dichas prestaciones, destruyó 3,5 millones de empleos y dejó a España «al borde de la quiebra». En contraposición, recordó que estas partidas fueron las únicas que no se redujeron en los Presupuestos cuando el PP llegó al Gobierno y tuvo que hacer frente a la crisis. Asimismo, insistió en su receta de que la creación de puestos de trabajo es la única manera de lograr la sostenibilidad del sistema.

«Las promesas vacías, los cheques sin fondos, la demagogia del gratis total y pretender gastar lo que no se tiene sale muy caro en bienestar y empleo», remachó, en referencia a que los socialistas han propuesto esta semana volver a ligar la subida de las pensiones al IPC, y sufragar el incremento con la creación de dos nuevos impuestos. Podemos, el PDECat y Ciudadanos también apoyan revalorizar las prestaciones con el Índice de Precios al Consumo. «Necesitamos trabajos y no una barra libre de ocurrencias», les respondió el presidente.

El PP está dispuesto a modificar el actual índice con nuevos parámetros, pero no ligados al IPC. En este sentido, Rajoy señaló que él también quiere incrementar las pensiones y no el escaso 0,25% actual, pero más adelante, cuando la economía crezca aún más. Por el momento, la oferta del Gobierno consiste en la promesa de Cristóbal Montoro de introducir una deducción en el IRPF para las personas de más edad.

De pactarse esta rebaja, se incluiría en las cuentas del 2018, que el Gobierno quiere aprobar el 23 de marzo. De hecho, en sus últimos discursos en actos del PP, Rajoy se había mostrado crítico con Cs, pero este sábado desvió el tiro hacia el PSOE, justo en plenas negociaciones con los naranjas para granjearse su apoyo a la ley presupuestaria.