Mariano Rajoy yPedro Sánchez dejaron atrás este jueves su pésima relación, sus acusaciones de “indecente” y “ruin” y su absoluta falta de sintonía, para unirse frente al referéndum independentista convocado por la Generalitat para el próximo 1 de octubre. El encuentro, el primero entre el presidente del Gobierno y el líder del PSOE desde agosto del pasado año, duró más de dos horas, y las dos partes salieron de allí satisfechas por su contenido. Nada que ver con la última cita, fría, breve y tachada por Sánchez de “prescindible”. Impulsados por el conflicto en Catalunya, el deshielo entre ambos dirigentes se abre paso, pero más allá de su rechazo a la convocatoria de autodeterminación, las diferencias se mantienen.

Sánchez quiere que el Ejecutivo vaya más allá de la aplicación de la ley, que rompa con su actitud “inmovilista” de los últimos cinco años y ponga sobre la mesa una “solución política”. Rajoy continúa sin dar muestras de estar dispuesto a un paso de este tipo. Su intención, según fuentes del Gobierno, pasa por esperar a que el Govern firme la ley del referéndum, que no contempla una participación mínima para que su resultado sea vinculante y establece una declaración de independencia inmediata si gana el ‘sí’, y recurrir al Tribunal Constitucional para que la suspenda.

El secretario general del PSOE acompañará a Rajoy en todo este itinerario, pero si no lo compagina con otras medidas, él mismo se considerará legitimado para tomar la iniciativa. La idea de Sánchez es que es el Gobierno central quien debe propiciar “el diálogo” y reunirse con el ‘president’, Carles Puigdemont. Cuando el líder socialista le trasladó esta petición al jefe del Ejecutivo, Rajoy le contestó que veía “difícil” una cita de este tipo. Así que Sánchez se prepara para presentar a partir de septiembre una batería de“iniciativas legislativas” en el Congreso.

Según fuentes socialistas, el esfuerzo se traducirá en propuestas sobre una reforma constitucional de corte federal, mejoras de lafinanciación, más dinero en infraestructuras (en especial en Rodalies y el Corredor Mediterráneo) y más fondos para aplicar la ley de dependencia. Algunas de ellas vendrían a recoger peticiones que Puigdemont trasladó a Rajoy durante su encuentro en abril del pasado año.

CONTACTO “PERMANENTE”

“Ha habido una coincidencia en la ilegalidad del referéndum. La prioridad es declararlo inaceptable”, señaló tras la reunión el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, que también celebró la “estabilidad institucional” que reflejó la cita en la Moncloa, donde también se trató la lucha antiterrorista, el ‘Brexit’ y la violencia machista, entre otros asuntos.

Sánchez, como Rajoy, optó por no dar cuenta de la reunión. La portavoz parlamentaria, Margarita Robles, explicó en su lugar: “El PSOE siempre va a defender la legalidad y la Constitución, pero el Gobierno no se puede atrincherar en posiciones puramente defensivas”.

A partir de ahora, el contacto sobre Cataluña entre el presidente del Gobierno y el líder del PSOE será “permanente”.