El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pronunciado este jueves por la mañana un discurso en Malabo ante los líderes de más de medio centenar de países africanos a los que ha dejado claro que su intención era tratar de colocar a España en el prometedor mapa de los negocios que pueden realizarse en el continente. De paso, ha reclamado apoyo para que haya una silla española en el próximo consejo de seguridad de Naciones Unidas.

"Otros jefes de Estado y de Gobierno occidentales se han dirigido a esta Asamblea de la Unión Africana antes que yo. La mayoría prometieron ayudar a África y ofrecieron fondos y programas. Yo no vengo a ofrecer nada porque no tengo nada que los africanos no puedan darse a sí mismos. No. Yo vengo a pedir que cuenten con España como socio para el crecimiento de África. Vengo a pedir más comercio e inversión entre nuestros países. Vengo a reiterarles que España quiere participar en el renacimiento de África", ha subrayado.

Tras añadir que a África le convendría, además, respaldar su candidatura para ocupar una de las vacantes rotatorias en el Consejo de Seguridad de la ONU en el periodo 2015-2016 porque tendría más garantías de que sus intereses se defiendan con más fuerza, Rajoy centró su mensaje en defender las hipotéticas bondades de un continente cuyas relaciones comerciales con España han crecido un 250 por cien en los últimos diez años, superando el comercio con América Latina.

"Lo normal es que España, el país europeo más cercano a África tenga unas relaciones con el continente mucho más intensas de lo que son ahora. Queremos invertir en África como en su día invertimos en América Latina", ha enfatizado.

Referencias a la democracia

La mayor parte del discurso pronunciado por Rajoy ha versado sobre las bondades de África; la necesidad de estrechar relaciones y el mérito de ser un continente en plena emergencia mientras otros como la vieja Europa hacen ingentes esfuerzos para superar una crisis asfixiante. ¿Y las referencias a la necesidad de instaurar la democracia con todas sus consecuencias? Pues haberlas las hubo en el mensaje del presidente español, aunque limitadas y concisas, buscando no molestar demasiado a aquellos mandatarios que, en el auditorio, podían darse por aludidos.

"Otro punto cardinal que debe guiar nuestros pasos es la democracia. El futuro de cada nación debe ser decidido por los que están llamados a construirlo con su trabajo. Instituciones sólidas, transparentes y abiertas a los ciudadanos producen sociedades inclusivas, donde las desigualdades menguan y el increíble potencial creador el ser humano puede expandirse sin límites", ha aseverado.

Un proyecto "compartido"

En esta línea, Rajoy ha dicho confiar en un "proyecto compartido" al que todos los ciudadanos puedan contribuir "con independencia de su raza, sexo, ideología o religión", y con “pleno respeto” a los derechos humanos. Asimismo, ha aconsejado crear condiciones para que las empresas y trabajadores puedan desarrollar "una economía vibrante".

"Donde existen instituciones fuertes, seguridad jurídica y libertad de mercado, los propios recursos del país se movilizan y se ponen a disposición del bienestar de sus ciudadanos. África es rica en recursos naturales, pero su principal recurso son las personas. En un mundo que envejece, es el continente con la población más joven del planeta. Si solo pudiera apuntar a una de las razones por las que el futuro será africano, bastaría con esa", ha sentenciado.

Minutos antes que Rajoy, estuvieron también como invitados en el atril de la Unión Africana el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, o el pesidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.