El presidente del PP, Mariano Rajoy, viajó ayer a Galicia para atajar la crisis a la que se enfrenta el partido en esa comunidad. Rajoy se reunió anoche con el máximo dirigente gallego, Manuel Fraga, con el objetivo de tratar de frenar el cese del actual secretario popular en Galicia, Jesús Palmou, que tenía previsto comunicar ayer su dimisión. Este, no obstante, retrasó el anuncio. "Me han pedido prudencia", se excusó.

Palmou fue renovado en su cargo en el último congreso del partido, en el que Rajoy le mencionó como "uno de los grandes referentes del PP". Sin embargo, Fraga apuntó el pasado viernes que el actual secretario podría dejar su cargo para dedicarse más a fondo a su labor como consejero de Justicia, un anuncio que dentro del partido se interpreta como una claudicación de Fraga ante las exigencias del sector díscolo, que protagonizó una amenaza de escisión el pasado mes.

La marcha de Palmou arrastraría a otros cargos de la Xunta, como el consejero de Pesca, Enrique López Veiga, y los titulares de Familia, Pilar Rojo, y Sanidad, José Manuel González. López Veiga considera "intolerable" el "chantaje" del sector liderado por José Luis Baltar y José Cuiña.