La capilla ardiente de Adolfo Suárez ha quedado reabierta sobre las siete de la mañana, una hora antes de lo previsto, para dar entrada a los ciudadanos que, pese al frío de la madrugada, esperaban poder dar el último adiós al expresidente del Gobierno. Una larga cola de ciudadanos esperan en la Carrera de San Jerónimo para poder entrar al Salón de Pasos Perdidos donde se encuentra el féretro del expresidente Suárez.

La capilla ardiente se había cerrado a las 02.18 de la madrugada por expreso deseo de la familia, tras entrar esta madrugada la última persona que se encontraba en la cola, formada ayer por miles de ciudadanos. La familia decidió retirarse a descansar para volver hoy a primera hora a la capilla ardiente.

Hasta las 10.00

Los ciudadanos podrán despedir al primer presidente de la Democracia hasta las 10.00 de la mañana, hora en que la capilla ardiente se cerrará. A partir de ese momento el féretro será depositado sobre un armón de artillería y, seguido a pie por la familia y las autoridades, será conducido por la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y el Paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Cibeles.

En principio, el cortejo fúnebre iba a concluir en la Plaza de Neptuno, pero se ha decidido ampliar su itinerario para facilitar que todos los ciudadanos que así lo deseen puedan rendirle su último homenaje.

Después de una despedida del duelo con toque de oración, descarga de fusilería de la Guardia de Honor y desfile en la Plaza de Cibeles, el féretro será introducido en un furgón que lo transportará hasta la Catedral de Ávila, donde los restos mortales del expresidente del Gobierno recibirán sepultura, junto a los de su mujer, Amparo Illana.