El referendo en España sobre la Constitución europea ya tiene fecha: será el 20 de febrero del 2005. El Gobierno estudiaba fijar la cita con las urnas el día 27 del mismo mes, pero descartó esa opción tras considerar que el día siguiente se celebra la fiesta autonómica de Andalucía y que esa circunstancia puede actuar como un elemento de desmovilización para los ocho millones de votantes de esa comunidad.

La fecha de convocatoria de la consulta popular será comunicada en próximos días por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, al resto de las fuerzas parlamentarias, dentro de la política de consenso anunciada por Zapatero en comparecencia parlamentaria. Sólo habría que alterarla si el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, convoca elecciones anticipadas en esa comunidad a raíz de la crisis abierta en el PP, ya que la normativa prohíbe la celebración de dos comicios en una misma circunscripción en un plazo de 90 días.

El Ejecutivo no sólo ha elegido la fecha de la convocatoria. También está ultimando la pregunta que planteará a los ciudadanos en el referendo y la estrategia de divulgación que acometerá con la Carta Magna europea, según ha sabido este diario. La pregunta será lo más general y sencilla posible, con el fin de no provocar dudas innecesarias en el votante.

En concreto, se formulará un interrogante del siguiente tipo: "¿Aprueba usted el Tratado Constitucional Europeo firmado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE el 29 de octubre en Roma?". Los líderes europeos prevén rubricar en la capital italiana la Carta Magna, después de que el presidente Zapatero cediera a Italia ese honor que se le había ofrecido a España con motivo de los atentados terroristas del 11-M.

PROPAGANDA Como antesala del referendo, el Ejecutivo prevé desplegar un operativo intenso de propaganda oficial en apoyo de la Constitución. Según ha sabido este diario, el Gobierno ha elaborado un extracto de 80 páginas de la Carta Magna, que consta de unas 350 páginas, y en estos momentos analiza cómo hacer llegar el documento al mayor número de ciudadanos.

Como referencia de la operación divulgativa está el caso de Dinamarca, cuyo Gobierno imprimió en 1992 a bajo costo cientos de miles de ejemplares del Tratado de la Unión Europea, más conocido como Tratado de Maastricht, para que los ciudadanos estuvieran informados a la hora de votar en el referendo. El opúsculo ocupó el primer lugar en ventas y venció el no .

LENGUAS OFICIALES Mientras, la futura comisaria europea de Relaciones Institucionales y Comunicación, la sueca Margot Wallstrom, consideró ayer que la UE "ha llegado al límite" en cuanto al uso de lenguas oficiales. "Soy consciente de la realidad. Hay muchas personas que se sienten excluidas porque no pueden usar su lengua materna, pero con 25 países miembros necesitaremos de muchos intérpretes para comprendernos, lo que tiene implicaciones prácticas", señaló la comisaria en el Parlamento Europeo. "Es la respuesta más honesta que le puedo dar", recalcó Wallstrom a una pregunta formulada en este sentido por el eurodiputado de CiU, Ignasi Guardans, quien formuló su pregunta en inglés y no se refirió al catalán.