El referéndum unilateral de independencia que convocará el Govern de la Generalitat tendrá lugar el próximo 1 de octubre, según acaban de anunciar el 'president' Carles Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras. La pregunta que el Govern pretende someter a votación es "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?".

El anuncio ha tenido lugar en un acto solemne en el Palau de la Generalitat. Primero Puigdemont ha reunido de forma extraordinaria al Govern para comunicarle la fecha y pregunta de la consulta. Posteriormente, los miembros del Consell Executiu junto a los diputados de Junts pel Sí y de la CUP se han reunido en el Pati dels Tarongers i allí han comparecido Puigdemont y Junqueras.

La fecha encaja con el período límite que se marcó el Govern junto a la CUP en una resolución del Parlament que indicaba que debía celebrarse el referéndum como muy tarde en septiembre. Y la pregunta responde a un encaje de intereses. El PDECat era más partidario de la palabra "Estado" y la CUP y ERC de "república".

El anuncio de fecha y pregunta representa el pistoletazo de salida a la celebración de un referéndum sin acuerdo con el Gobierno del PP, al que se ha invocado reiteradamente sin éxito para que se avenga a negociar los términos de la consulta.

De hecho, el Govern ya ha dado pasos previos para la celebración de la consulta, como el concurso previo para la combra de 8.000 urnas con las que celebrar el referéndum. A partir de ahora el Govern debará seguir dando pasos adelante en otros preparativos de la consulta. Con ello se enfrentará previsiblemente al Gobierno del PP que ha activado ya a la fiscalía contra la compra de urnas y que ha advertido reiteradamente que impedirá la celebración del referéndum.

DURO DISCURSO DE PUIGDEMONT

El ‘president’, Carles Puigdemont, ha anunciado la fecha y la pregunta tras formular uno de sus discursos más severos contra el Estado respecto al conflicto soberanista. Puigdemont ha repasado como el Tribunal Constitucional cercenó el Estatut tras un ejercicio de pacto y negociación entre instituciones y un referéndum y ha recordado -quizá como aviso a navegantes de la dificultad de lo que se puede encontrar el Govern a partir de ahora- que el mismo Constitucional politizado ahora además dispone de mecanismos para suspender a cargos electos de forma fulminante sin juicio.

Respecto al rechazo estatal a las propuestas de celebrar un referéndum, ha llegado a la conclusión de que de propuestas españolas hacia Cataluña “quizás es que no hay ninguna ni se le espera”, y ha subrayado que el marco legal vigente no impedía atender la demanda del referéndum.

“ES MEJOR NO IR AL ALTAR”

Puigdemont ha atacado directamente a la figura del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “Los ciudadanos saben el problema real de labios del presidente español: ‘No quiero’, y con un ‘no quiero’ es mejor no ir al altar”, ha proclamado Puigdemont. “No es una negación individual, es la de todo un sistema político y seguramente también social, mediático y económico que 40 años después del retorno del president Tarradellas del exilio francés ha sido incapaz de demostrar ninguna voluntad de participar de la solución a un problema real y profundo”, ha añadido.

Ha sido un discurso en el que ha asegurado que el Govern ha perseguido el acuerdo “de forma reiterada” en varias iniciativas y en Londres, Bruselas, París, Boston, Washington, Nueva York y Madrid. Ante la negativa del Estado, Puigdemont ha explicado que el Govern ha tomado la decisión sobre la fecha y pregunta del referéndum “en ejercicio del legítimo derecho a la autodeterminación que tiene una nación milenaria como Cataluña”.

Justo después de anunciar la fecha, el ‘president’ ha ratificado la trascendencia del referéndum asegurando que el Govern “se conjura” a ofrecer “todas las garantías y velar por el proceso de convocatoria, organización y celebración del referéndum” y hace un llamamiento a la ciudadanía catalana “a asumir colectivamente con dignidad el ejercicio de un derecho inalienable, sobre el que descansa el ejercicio de la democracia, que es el derecho de las personas a decidir el futuro de su país”. Puigdemont ha finalizado su intervención con un “Visca Catalunya!”.

En esa especie de bicefalia que Puigdemont y Junqueras han pergeñado en las últimas semanas, el vicepresidente prologó la intervención del ‘president’. El republicano ha recordadolas “18 ocasiones en que el Estado ha negado la posibilidad a los catalanes de que decidan su futuro” y ha amaparado la decisión sobre la fecha y la pregunta en “el mandato de las urnas del 27-S”.

Junqueras ha arremetido con dureza contra el Estado español al que ha acusado de “violenetar los derechos democráticos fundamentales”, de contar con “ministros que conspiran para acabar con la sanidad pública)[en referencia a Jorge Fernández Díaz] y que “fabrica pruebas falsas contra cargos electos democráticamente”.

No solo eso, Junqueras ha amaparado incluso el referéndum en la gestión del Gobierno del PP, del que ha dicho “que ejerce sus competencias en materia económica en contra de los intereses de los catalanes” y ha recordado, por ejemplo, que “se ha ventilado el fondo de reserva de las pensiones”.

En esa especie de memorial de agravios, el vicepresidente ha sumado también la indemnización a ACS por el proyecto Cástor, maniobra que ha tildado de “intento por privatizar los beneficios y socializar las pérdidas”, así como el retraso que acumula el Corredor Mediterráneo