El Gobierno del PSOE ya ha enviado a los grupos parlamentarios su propuesta para cambiar la ley educativa que aprobó el PP, la LOMCE o Ley Wert, que tantas críticas había cosechado. El marco legislativo que propone el Ejecutivo de Pedro Sánchez es, desde el punto de vista técnico, una nueva ley con articulado único que modificará el texto consolidado de la LOE, incluyendo su articulado y disposiciones adicionales, transitorias, derogatorias y finales, según el borrador al que ha tenido acceso este diario.

La propuesta se abrirá ahora a consulta pública con la intención de generar un debate y recabar el apoyo de la comunidad educativa, un aspecto contrario al camino que tomó el ministro Juan Ignacio Wert con su polémica ley, que provocó el rechazo sobre todo de los sectores más implicados en la renovación pedagógica.

El nuevo texto del Ministerio de Educación y Formación Profesional propone devolver más competencias a la Generalitat y al resto de autonomías con lengua oficial (hasta un 45%) para redactar los temarios curriculares, aunque sigue reservando al Estado el 55% de la distribución de competencias.

Anuncio de Celaá

También plantea que la "religión confesional" deje de tener una alternativa forzosa y que no puntúe para becas y otras medias académicas; es decir, que se considere "no evaluable", un aspecto que la ministra de Educación, Isabel Celaá anunció tan pronto llegó al Gobierno y al que la Conferencia Episcopal se oponía frontalmente. Se pretende así contrarrestar "la imposición académica a una parte del alumnado solo por el hecho de que otros opten por el estudio de religión confesional", protegida, según el Gobierno, por "una regulación reglamentista" que considera "impropia de una ley orgánica".

La intención del ministerio es también que la asignatura de Valores Éticos, que en la LOMCE se consideraba alternativa, sea obligatoria y puntuable para todos los alumnos, sin excepciones.

También en el ámbito religioso, la propuesta del Gobierno no llega a la intención de la Generalitat de retirar el concierto económico a los centros educativos que segreguen por sexos, pero sí muestra su interés de reforzar el principio de la no discriminación por género. En este sentido, anuncia que "se eliminará la referencia a que la 'educación diferenciada' no se considera discriminación por género y se reforzará la prioridad en el régimen de conciertos para que los centros se organicen bajo el principio de coeducación".

Sin segregación

El borrador del texto legislativo reclama también más atención a la diversidad y a los alumnos con necesidades especiales y pide "evitar cualquier efecto segregador derivado de la aplicación de enseñanzas plurilingües".

El proyecto del PSOE, que deberá ser aprobado por el resto de grupos parlamentarios en el Congreso, elimina también los itinerarios en la educación secundaria y asegura que cualquier opción conduce a idéntica titulación. También incluirá que el título de Formación Profesional Básica lleve aparejado el de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.

Cambio metodológico

Celaá se ha propuesto diseñar una ley que garantice "la equidad y la calidad educativa en todos sus niveles" y que facilite "que ningún estudiante quede excluido". Por ello, persigue eliminar los "itinerarios" que proponía la LOMCE, recuperar el título único de Educación Secundaria Obligatoria, incluso para los titulados en Formación Profesional Básica, que tendrán además el título profesional correspondiente.

Aun así, el texto permitirá que la "organización de los primeros cursos de ESO se haga por ámbitos" y que los estudiantes con más dificultades tengan una atención especial.