El rey Felipe VI afirmó ayer que «no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del derecho, pues sin el respeto a las leyes no existe ni convivencia ni democracia, sino inseguridad, arbitrariedad y, en definitiva, quiebra de los principios morales y cívicos de la sociedad». Coincidiendo con las primeras sesiones del juicio contra los dirigentes independentistas del procés, aunque sin referirse explícitamente en ningún momento a ello, el Monarca hizo una cerrada defensa del Estado de derecho y el respeto a la ley, al tiempo que apeló a la convivencia y garantizó la independencia y neutralidad de la Corona.

El Rey lanzó este mensaje en la clausura del Congreso Mundial del Derecho, una ceremonia en la que, acompañado por Letizia, recibió el Premio Mundial de la Paz y la Libertad que le otorgó la Asociación Mundial de Juristas.

También aseguró que recibía el premio con la firme convicción de que el respeto al Estado de derecho en un régimen democrático no es solo la garantía de los derechos y libertades, sino pilar esencial del regular funcionamiento de las instituciones y fundamento de la convivencia y del progreso en paz y en libertad de sus ciudadanos.

El hecho de que el congreso de juristas se celebre en Madrid es, según Felipe VI, una muestra de confianza en un Estado social y democrático de derecho «completamente asentado», pese a las dificultades que aquejan en todo el mundo a las instituciones democráticas.

DERECHO Y DEMOCRACIA

En un momento como el actual, el Rey consideró necesario reafirmar el compromiso con la democracia constitucional, ya que para él democracia y Estado de derecho son realidades inseparables. «De ahí que la defensa de la democracia deba ser al mismo tiempo la defensa del Estado de derecho. Sin democracia el derecho no sería legítimo, pero sin derecho la democracia no sería real ni efectiva», advirtió antes de proclamar que no tiene sentido ni es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del derecho. «Que no hay libertad sin leyes se ha sabido siempre. También que sin leyes no puede haber democracia», añadió citando a Aristóteles, Cicerón y Octavio Paz para reforzar su argumento.

«La Constitución ha sido, es y será la guía de todos mis actos. Y la independencia y la neutralidad de la Corona -recalcó- mi permanente compromiso cívico con España, al servicio de la democracia y de la libertad». Por último, reconoció que la democracia española ha tenido que hacer frente a dificultades «serias y graves», pero se mostró convencido de que «la España constitucional ha demostrado su fortaleza democrática, sus firmes principios y sus convicciones sólidas y profundas».

Ayer, Felipe González realizó una defensa pública del Rey por su discurso del 3 de octubre del 2017, justo después del referéndum independentista en Cataluña.

Para el expresidente del Gobierno, aquel era un «momento decisivo» en el que fue importante escuchar la voz del jefe de Estado.

Por su parte, el expresident Carles Puigdemont contestó al Monarca a través de Twitter. «Franco respetó la ley cuando nombró a Juan Carlos I su sucesor», escribió, para apuntar después que de ahí viene la «obsesión», no inocente, matizó, de su hijo «en confundir la ley con la democracia».

Felipe VI tiene previsto entregar el próximo lunes en Barcelona el Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial al directivo catalán Mariano Puig, tras participar en la inauguración del Mobile World Congress (MWC). Torra coincidirá con el Monarca en la cena del domingo, aunque tanto el president como la alcaldesa Ada Colau volverán a plantarle en la recepción, como el año pasado.