Juan Carlos I abandona España. El continuo goteo de informaciones comprometedoras por sus supuestos negocios opacos, con una fortuna en cuentas suizas, han provocado la salida del rey emérito. Se trata de un gesto de enorme relevancia, después de que Felipe VI, su hijo, le retirase su asignación y renunciase a su herencia, dando por buenas las sospechas de corrupción. El Gobierno llevaba tiempo esperando una medida de este tipo, y presionaba en público y en privado a la Casa Real para que la llevase a cabo, al mismo tiempo que subrayaba la "ejemplaridad" del actual Monarca. Muy preocupado por la crisis institucional que este caso puede traer consigo, y con un partido claramente republicano como Podemos dentro del Ejecutivo, la Moncloa intenta hacer un cortafuegos a Felipe VI, para que no se vea arrastrado en toda esta polémica.

A media tarde de este lunes, la Casa Real enviaba un comunicado. Allí informaba de que Juan Carlos había enviado una carta al jefe del Estado. "Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen", señala la misiva, en la que el rey emérito admite que su presencia en España complica el trabajo del actual Monarca.

"Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España. Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero también con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi 40 años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona", continúa la carta.

Juan Carlos, que de momento no está siendo investigado por los tribunales suizos, aunque quizá lo sea en el futuro, no aclara dónde residirá a partir de ahora, ni si su marcha del país es definitiva. Pero se entiende que lo será, dada la trascendencia de la carta. Era una de las posibilidades que barajaba el Gobierno. La Moncloa llevaba tiempo empujando para que el rey emérito abandonase el Palacio de la Zarzuela, donde vive desde hace 58 años, pero no dejaba claro si prefería que se instalase en otro lugar del territorio nacional o directamente en el extranjero, como finalmente hará. La renuncia al título del rey emérito, un paso que no se ha dado, también estaba encima de la mesa.

EL MONARCA ENSALZA A SU PADRE

El comunicado de la Casa Real incluye también la posición de Felipe VI. Por un lado, el Monarca no solo siente "respeto" por la decisión de Juan Carlos, sino también "agradecimiento". Por otro, "desea remarcar la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional al servicio de España y la democracia; y al mismo tiempo quiere reafirmar los principios y valores sobre los que esta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico".

Resulta difícil encontrar palabras de este tipo en boca de miembros del Gobierno. Pedro Sánchez decidió a principios de julio levantar el cerco de protección que rodeaba a Juan Carlos. Desde entonces, el presidente ha hablado de las "informaciones inquietantes y perturbadoras" que rodeaban al exjefe del Estado, y también ha pedido a su sucesor que diese "pasos de ejemplaridad".

Uno de esos pasos ya se ha dado con la marcha del rey emérito de España, que se produce incluso antes de lo previsto. Fuentes de la Moncloa señalaban en los últimos tiempos que quizá la Casa Real esperase a un nuevo giro en el proceso judicial, como la decisión del Tribunal Supremo, en principio inminente, sobre si emprende una investigación a Juan Carlos o guarda en el cajón los presuntos delitos al entender que se produjeron en fechas en que era jefe del Estado y por lo tanto inviolable. En cualquier caso, su abogado, tras conocerse la noticia, emitió otro comunicado en el que señalaba que el rey emérito permanece a disposición del Ministerio Fiscal, pese a su salida de España.