El rey Felipe VI presidirá este viernes, por primera vez, un Consejo de Ministros deliberante, en el que los miembros del Gobierno le informarán en el Palacio de la Zarzuela de los asuntos de Estado que les competen. En esa reunión, no se tomará ni se debatirá ninguna de las decisiones que se acordarán posteriormente en el Consejo de Ministros en la Moncloa.

El último Consejo de Ministros deliberante, que debe su nombre al hecho de que no se toma en él ninguna decisión ejecutiva, lo convocó el rey Juan Carlos y tuvo lugar el 13 de julio del 2012. Fue el primero de la actual legislatura. El Gobierno aprobó aquel día la subida del IVA, un incremento de la imposición del tabaco, recortes a los funcionarios, el anteproyecto de reforma de la Administración Local, modificaciones en la ley de dependencia y un informe sobre la reforma de la ley de costas.

Al inicio de aquel consejo deliberante, el ahora exjefe del Estado afirmó que la española es "una sociedad madura que sabe responder con responsabilidad, solidaridad, templanza y espíritu de sacrificio cuando las circunstancias lo exigen" y apeló al espíritu de "superación". Asimismo, subrayó que "nadie puede quedar excluido de los efectos de la recuperación".

Anteriores consejos

El artículo 62 de la Constitución establece que corresponde al Rey "ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros cuando lo estime oportuno, a petición del presidente del Gobierno". Juan Carlos presidió el Consejo en cinco ocasiones entre 1975 y la aprobación de la Constitución en 1978. Después estuvo en otros doce a lo largo de su reinado, con los gabinetes de Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Las bajas laborales

En el Consejo de Ministros decisorio que tendrá lugar este viernes, tras el deliberante que presidirá Felipe, se prevé aprobar el anteproyecto de ley para la reforma del régimen jurídico de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, que permitirá un ahorro relacionado sobre todo con la mejora de la eficiencia en la gestión de las bajas laborales.