El rey Felipe VI mostró este sábado en Sevilla su desaprobación a la forma en la que se izó la bandera española durante el desfile militar del Día de las Fuerzas Armadas. Durante el habitual izado de Badera, Felipe VI, en posición de saludo y acompañado por la reina Letizia, advirtió algún problema en la colocación y el despliegue de la enseña. Sin bajar la mano de saludo, negó con su cabeza, aparentemente contrariado, durante ese momento de la ceremonia.

El izado es uno de los actos centrales del desfile, al que, a pesar de un calor que superó la barrera de los 30 grados en la capital de Andalucía, acudió una multitud, agolpada a ambos lados del paseo de Cristóbal Colón. Ante la tribuna real, ubicada justo delante la puerta del Príncipe de la plaza de toros de La Maestranza, desfilaron unos 200 vehículos tácticos y de combate y unos 2.600 efectivos del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire, la Armada y la Guardia Civil. Unas 80 naves, entre aviones y helicópteros, sobrevolaron la ciudad. Felipe VI expresó su afecto y gratitud a las familias de los militares muertos en misiones en el exterior.