El rey Juan Carlos presidió ayer la inauguración solemne de la octava legislatura en las Cortes con una invitación a todas las fuerzas políticas a acometer la reforma de la Constitución, anunciada por el presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, con el mismo espíritu de consenso que hubo en 1978. El Monarca tampoco olvidó referirse al terrorismo y, en este caso, también reclamó a todos los partidos que fortalezcan la cultura de la unidad en la lucha contra esa lacra, provenga del islamismo radical o de ETA.

El Rey abordó así dos de las cuestiones políticas más candentes. En su opinión, las "eventuales adaptaciones" del texto constitucional deben realizarse "siempre conforme a las reglas y procedimientos" que fija la propia Constitución y "deben acometerse con el mismo espíritu de consenso que permitió alumbrarla". En alusión a los cambios que se puedan derivar de las reformas estatutarias y de la del Senado, recordó que "vivimos en una nación plural" que ampara la Constitución al configurar un Estado autonómico.

RESPETAR LA PLURALIDAD "En nuestra nación y en nuestro Estado hay sitio para todos", remarcó. Y se dirigió así a los diputados: "A sus señorías corresponde respetar esa pluralidad, conciliar sus intereses, armonizarlos y hacer de nuestro proyecto de vida colectiva una obra tolerante e integradora que sume en lugar de restar".

El Rey pidió a los partidos que no miren sólo sus programas, sino el interés general, y les demandó que busquen el consenso por encima de todo. "Una vez más --añadió-- apelo a la prudencia y la responsabilidad, a los hábitos del diálogo sincero, del consenso y la moderación, para preservar y fortalecer juntos los pilares esenciales de nuestra convivencia".

La sesión solemne de inauguración de la octava legislatura de la actual democracia española estuvo marcada por el atentado del 11-M. Tanto el Rey como el presidente del Congreso, el socialista Manuel Marín, recordaron ese acontecimiento luctuoso y los diputados y senadores que acudieron al Palacio de las Cortes guardaron un minuto de silencio por las víctimas.

"TERROR SIN PRECEDENTES" El Rey recordó que ese "terror sin precedentes" evidencia que "acabar con el terrorismo tiene que constituir, en esta legislatura, un objetivo prioritario del conjunto de las fuerzas democráticas". En ese punto, sostuvo que es una necesidad "fortalecer una cultura de la unidad para luchar contra la barbarie terrorista e intensificar la cooperación internacional, especialmente en el ámbito europeo".

Una postura coincidente con las tesis del actual Gobierno socialista, que se ha despegado de EEUU y pretende reforzar los lazos con la Unión Europea. El discurso del Monarca fue aplaudido, en pie, por todos los parlamentarios, menos los de ERC, que acudieron después de rectificar en el último momento un conato de plante. Los ocho diputados y cuatro senadores de los republicanos finalmente sí acudieron al besamanos de la familia real.

ASISTENTES La ceremonia estuvo rodeada de un gran despliegue policial que colapsó el tráfico en el centro de Madrid. Acudieron todos los miembros de la familia real, incluida la prometida del príncipe, Letizia Ortiz. Sólo estuvieron presentes en las tribunas del Congreso ocho de los 17 presidentes autonómicos, entre ellos el lendakari, Juan José Ibarretxe. De los ausentes, destacaron el presidente catalán, Pasqual Maragall, y el andaluz, Manuel Chaves. Los miembros del nuevo Gobierno ocuparon el banco azul por primera vez, encabezados por Zapatero.