El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, tendió ayer la mano al líder del Partido Popular, Pablo Casado, para formar un frente común tras las elecciones que tenga como objetivo atajar una situación que calificó como de «emergencia nacional»: echar a Pedro Sánchez del Gobierno de España. «O Sánchez» con un nuevo Gobierno «Frankenstein» o «Ciudadanos con el PP», sostuvo Rivera. Eso sí, siendo «mejor que Ciudadanos encabece ese Gobierno» porque es la única garantía de que al frente del mismo habrá un «partido moderno, liberal, abierto y europeísta».

De momento, el mensaje también lo repite el PP, que ayer lanzó un vídeo a través de las redes sociales en el que llama a los ciudadanos a impedir que Pedro Sánchez siga siendo una «ruina».

Para lograrlo, los partidos de la derecha se presentan con un elevado número de candidatos de la sociedad civil, lo que ha reabierto el debate sobre la conveniencia de que la política cuente con profesionales, es decir, con parlamentarios y dirigentes veteranos y curtidos en negociaciones y acuerdos legislativos, características muy difuminadas en las candidaturas.

«A la Cámara no se viene a tocar la flauta o a cantar, sino a trabajar en leyes y hacer leyes a veces es difícil», dijo Javier Solana cuando se le preguntó ayer. El Congreso que el exministro y exalto cargo de la Unión Europea conoció entre 1977 y 1995 era muy diferente al que puede salir de las urnas el próximo 28 de abril.

Tras la convención nacional del PP de enero, Pablo Casado comentó que tenía ganas de seguir trabajando y seguir haciendo «buenos equipos» para las municipales y autonómicas de mayo, con «gente que sabe comunicar», sabe «tratar a la prensa» y «controlar las redes sociales». Antes de esas elecciones han llegado las generales y parece que ha imprimido esa filosofía. Como el PP, también Ciudadanos y Vox han abierto las puertas a nuevas incorporaciones de fuera de la política, como si esta fuera una parte más del entretenimiento y el objetivo, captar la atención de los electores. Hay que tener tirón, del tipo que sea, porque eso asegura titulares.

TERTULIANOS Y TOREROS

En las listas populares, destacan los periodistas Pablo Montesinos (número uno por Málaga) y Cayetana Álvarez de Toledo (número uno por Barcelona) y la politóloga y tertuliana Edurne Uriarte (tres por Madrid). En cuanto a toreros, los conservadores han colocado a Miguel Abellán en el puesto 12 de la lista por Madrid y a Salvador Vega en el simbólico último puesto por Málaga. «Miguel Abellán es un tío muy válido, que habla muy bien y que tiene experiencia dando charlas de coaching», dijo Casado en Telecinco. Fuentes del PP consideran que los diestros «suelen tener más sensibilidad respecto al mundo rural y son más conscientes de las necesidades de una España interior despoblada»,

Vox ya tenía su torero de referencia, Morante de la Puebla, que apareció en el vídeo de Santiago Abascal montando a caballo. Ahora ha situado al banderillero Pablo Ciprés como cabeza de cartel en Huesca y al diestro Serafín Marín como número tres por Barcelona. Marín salió a hombros de la última corrida celebrada en la Monumental de Barcelona.

Rivera, después de incorporar en la pasada legislatura a personas del espectáculo como Félix Álvarez, Felisuco, y Toni Cantó (que llegó desde las filas de UPyD), se ha centrado ahora en sumar a su proyecto a un empresario español de carrera internacional como Marcos de Quinto, exvicepresidente de Coca-Cola. Será nada menos que su compañero de tíquet electoral, desplazando en la lista, con la abogada Sara Giménez (número 3) y el exabogado del Estado del procés Edmundo Bal (4) a pesos pesados de Cs, que caen y tienen el riesgo de no ser elegidos. En Twitter conoció Rivera a la agricultora y politóloga María Ángeles Rosado, a la que ha seleccionado para encabezar Guadalajara. Rosado se hizo famosa en diciembre por escribir un mensaje con un vídeo en el que decía que acababa de sembrar.

En Vox han querido que se les identifique con los valores que representa el Ejército y ha colocado a varios militares en sus listas. Hasta ahora, apenas tres habían tenido un papel relevante desde Manuel Gutiérrez Mellado en la transición: Julio Padilla, diputado por el PP entre 1993 y 1998; Zaida Cantera, parlamentaria del PSOE esta última legislatura, y Julio Rodríguez, de Podemos, que no logró sacar escaño. Los ultras presentas a un coronel legionario en Melilla y cuatro generales encabezando las candidaturas de Alicante, Pontevedra, Cádiz y Castellón. Los representantes de las dos últimas firmaron un manifiesto en favor de Franco.

Menos mediático se han mostrado Podemos y el PSOE, cuyo líder, Pedro Sánchez, ya cubrió esa cuota cuando formó su Gobierno de independientes tras la moción de censura, con un astronauta (Pedro Duque) y un escritor y periodista (Màxim Huerta).