El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha felicitado de que el Gobierno haya "tomado la decisión de defender la Constitución desde la Constitución" y haya dado el primer paso para la aplicación del artículo 155, opción que sobrevoló su intervención en el Congreso, sin que fuera necesario mencionarlo.

Rivera calificó el pleno del Parlament de "día muy triste" para los que quieren "seguir siendo catalanes y españoles", porque se vio cómo se daba "un golpe a la democracia española", en lo que supone a su juicio "el mayor reto de la democracia desde el 23-F". Su solución no puede pasar por "pastelear la Constitución".

Sostiene que hay ciudadanos que "sin jurarla la defienden mejor" que los diputados, entre los que contó a los que se manifestaron el domingo pasado en Barcelona. "No solo nos jugamos la economía, la estabilidad, sino el no ser enemigos entre nosotros, la libertad, la dignidad y el respeto de los españoles. Qué pensará un español que no llega a final de mes, que cumple todas las leyes; qué mensaje le daríamos si un golpista nos hace un chantaje", se preguntó.

Nos jugamos el respeto

"Nos jugamos el respeto de nuestros ciudadanos. Vamos a actuar sin complejos, con firmeza, para que cese la actividad ilegal antidemocrática", aseveró. Rivera se negó a que un mediador internacional intervenga entre el Gobierno central y el catalán porque esa labor, adujo, le corresponde al Congreso y al pueblo español.