Un batacazo electoral. Así se pueden definir los 17 diputados que Adelante Andalucía obtuvo en las elecciones al Parlamento andaluz, tres escaños menos de los que lograron la suma de Podemos e IU en las elecciones de 2015. Un duro golpe para Teresa Rodríguez, líder de la coalición, que aspiraba a ser socia puntual de un gobierno socialista que se prevé difícil y para Podemos que tenía puestas en Andalucía las esperanzas de un buen resultado.

Rodríguez, que esperaba, como mínimo, a mantener los 20 escaños de la anterior legislatura, salió con el semblante serio, acompaña de Antonio Maillo, número dos de la coalición, para valorar unos resultados electorales que, con independencia de si tienen “tres diputados más o menos”, lo que de verdad les preocupa es “lo que le va a pasar en Andalucía a partir de mañana” con la entrada de Vox en el Parlamento. Así, la dirigente autonómica evitó referirse a unos datos que les relegan a la cuarta posición.

La misma estrategia empleó el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que abría su intervención tras conocer los resultados con una advertencia: "Alerta antifascista". Dejaba de esta manera en un segundo plano la dura realidad de que los resultados han "estado por debajo de las expectativas".

Baja cifra de participación

La primera cifra de participación a las 15:00 horas del domingo empezaba a sembrar un clima de angustia entre las filas de la coalición. Así, Adelante Andalucía, que apeló durante la campaña al voto de los jóvenes, uno de los sectores más volátiles, empezó a temer un pinchazo electoral que, finalmente, se transformó en una debacle electoral, situándose por detrás de PSOE, PP, Cs y tan solo cinco escaños por encima de Vox.

Las sensaciones dentro de la formación recordaban, ya a media tarde, a las que se vivieron en las anteriores elecciones autonómicas de 2015 cuando, tras una campaña que olía a remontada y a optimismo, los 15 diputados obtenidos por Podemos Andalucía dejaban un sabor amargo. Ahora, Tres años y medio después, Rodríguez parecía haber recobrado las fuerzas y durante la última semana de campaña electoral aumentó el optimismo dentro de la coalición que esperaba obtener una cifra superior a la de 2015.

El futuro de Rodríguez

El futuro político en el que Podemos se veía como portador de la llave de un Ejecutivo socialista ha quedado muy lejos de convertirse en realidad. Rodríguez, que durante toda la campaña electoral había dejado claro que apoyaría la investidura de Susana Díaz pero no entrarían en el gobierno, quedará relegada, previsiblemente, a ser el segundo partido de la oposición, ante un posible acuerdo entre PP, Cs, y Vox para formar gobierno.

La debacle de los resultados de la coalición andalucista, por la que tanto peleó Rodríguez, también pone en duda el acierto de las decisiones que tomó a la hora de desafiar a Iglesias. La dirigente andaluza tendrá que rendir cuentas por las errores cometidos al enfrentarse a la cúpula podemista de Madrid y por sus afirmaciones sobre que la marca ‘Podemos’ restaba.