La abdicación del Rey ha pillado a la dirección del PSOE debatiendo en torno a las reglas del congreso extraordinario que a finales de julio decidirá el futuro liderazgo del partido y si este celebra o no elecciones primarias para decidir su cabeza de cartel para las elecciones generales. Al término de la reunión de la Ejecutiva federal, el aún secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha hecho una declaración institucional en la que ha loado la figura del Rey y se ha mostrado convencido de que su sucesor, don Felipe, "representa el respeto a la Constitución y la normalidad institucional".

El líder de los socialistas ha mostrado su "afecto" al Rey y la Reina, "su respecto" a la decisión del monarca y su "reconocimiento a la tarea que ha desarrollado". Con su decisión de ceder el testigo a su hijo culmina, según su opinión, "un reinado que ha constituido un compromiso inquebrantable con la democracia y con los derechos y libertades de los españoles", a los que "ha sabido hacer llegar su afecto y su proximidad, pero también su dedicación al ejercicio de las facultades y prerrogativas que le otorga la Consitución.

Rubalcaba ha concluido que su reinado ha constituido "el mejor periodo de la historia moderna", donde según ha destacado y "atestigua" el testimonio de los presidentes socialistas ha respetado "el poder político y la voluntad de los españoles expresada en las urnas", su "esfuerzo y atención diaria a los problemas del gobierno y las preocupaciones de los ciudadanos, su reconocimiento internacional y su condición de mejor embajador de España ene l mundo".

Tras las alabanzas a la figura del Rey, el dirigente socialista ha deseado a Felipe "el mejor acierto" en la responsabilidad que ahora asume. Se ha mostrado convencido de que la "exhaustiva y permanente formación" que ha recibido y su dedicación continuada a sus obligaciones como Príncipe son las "mejores condiciones para que el reinado que ahora va a iniciar constituya un nuevo periodo de éxito en la convivencia colectiva".