La reforma del aborto supone una enorme baza para el PSOE. La oposición de los socialistas, y su campaña para las europeas, estará muy basada en este cambio legal, que al cambiar el sistema de plazos por uno de supuestos (solo se podrá interrumpir el embarazo en los casos de violación y riesgos para la salud física o mental de la madre) aleja a España del contexto europeo. Este jueves, un día después de la reunión de la cúpula del PP donde se vieron sus grietas internas ante la restrictiva modificación, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reclamado al presidente Mariano Rajoy que, “en vez de pedir a su partido que no hable del aborto, retire la reforma y la guarde bajo siete llaves”.

Durante el intenso debate vivido ayer en el Comité Ejecutivo de los conservadores, Rajoy exigió a sus dirigentes, especialmente a los barones territoriales, que no hablen más en público sobre este espinoso asunto.

La campaña de las europeas

Pero mientras el PP intenta acallar la reforma, el PSOE busca todo lo contrario. Los socialistas, por ejemplo, han implicado a toda la familia socialdemócrata europea en esta batalla. Durante el Foro Interparlamentario Socialista, Rubalcaba ha señalado que la reforma supone un “intento” de Rajoy de “reconciliarse con la extrema derecha”. También le ha preguntado al jefe del Ejecutivo si, en lo que respecta a las libertades, está más cerca de la alemana Angela Merkel y el británico David Cameron, en cuyos países existe el aborto libre, o del ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen, que ha aplaudido la reforma del Gobierno español. "Este es un buen debate para las elecciones europeas", ha dicho.

Esta reforma, sin embargo, no es ninguna “ocurrencia”, según el líder del PSOE, sino que forma parte de un planteamiento general del PP. “La derecha siempre pensó que había que hacer una nueva Transición, pero hacia atrás”, ha concluido Rubalcaba.