La brecha salarial entre hombres y mujeres se mantiene y afecta a todas las actividades, debido especialmente a las modalidades de contrato y de jornada. En concreto, la ganancia media anual femenina fue del 76,1% de la masculina, según la encuesta de estructura salarial del 2012, el año anterior al que se inició la generalización del ajuste salarial entre todos los trabajadores.

La desigualdad de retribuciones se hace más profunda ya que el 17,36% de las mujeres tuvo ingresos iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI) frente al 7,52% de los hombres, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de de Estadística (INE).

Por sexos, la ganancia media anual fue de 25.682,05 euros para los hombres y de 19.537,33 euros para las mujeres. Del total de asalariados, el 17,24% tienen sueldos bajos y de ellos, el 64,89% fueron mujeres.

Así, suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado fue la actividad con salario más alto, tanto para los hombres como para las mujeres, y hostelería la que tuvo los salarios más bajos.

Ocupaciones peor pagadas

La ocupación es una de las variables que más influyen en el nivel salarial y en ella no se observan mayores diferencias entre sexos. Tanto hombres como mujeres mantienen un equilibrio en las ocupaciones con remuneraciones más altas, pero en las ocupaciones peor pagadas, hay más mujeres que hombres.

Es la jornada la que determina el nivel salarial entre ambos sexos. En el 2012 el salario medio anual en jornada a tiempo parcial fue inferior al 50% del salario medio total, tanto para los hombres como para las mujeres. Por el contrario la ganancia anual a tiempo completo creció un 0,5% en el 2012, mientras que la de tiempo parcial disminuyó un 1,2%.

Mientras la ganancia media anual en los hombres aumentó a tiempo completo y disminuyó a tiempo parcial, entre las mujeres la ganancia anual disminuyó en ambos tipos de jornada.