La presidenta del PP de Guipúzcoa, María San Gil --39 años, casada y con dos hijos--, será la candidata a lendakari en las elecciones autonómicas del próximo año. Se convierte así en la primera mujer que aspira al cargo. La designación de San Gil, realizada tras una consulta del presidente del partido en Euskadi, Carlos Iturgaiz, con otros dirigentes, y que ha de ser ratificada por el comité electoral del partido, pone fin a una pugna interna que amenazó con estallar antes de los comicios europeos. Otra aspirante, Loyola de Palacio buscaba apoyos para relevar a Jaime Mayor Oreja, ahora en el Parlamento europeo, junto Iturgaiz, su sustituto natural. San Gil ha sido quien más apoyos ha suscitado, con el aval del propio Mayor Oreja.

La reflexión interna en el partido ha venido marcada por el pésimo resultado en el País Vasco el pasado 14 de marzo. Su estrategia de beligerancia contra el nacionalismo gobernante ya ha mostrado algún tímido giro, como el reciente acuerdo entre PP y PNV en las Juntas de Alava, donde curiosamente gobiernan los populares con apoyo socialista. Con todo, el estilo de San Gil hasta la fecha ha conjugado un verbo fluido, carácter amable y contundencia contra el nacionalismo.

El fuerte debate se había mantenido de puertas adentro en los últimos meses, aunque la pugna había trascendido más de lo habitual en el PP. Al final, por sorpresa, San Gil se impuso a su contrincante y a otros candidatos, como Carmelo Barrio.

UN REFERENTE Iturgaiz definió a San Gil como "un referente del PP en el País Vasco y en toda España". Su vida política está unida a la de otro referente del PP vasco, Gregorio Ordóñez. Su asesinato por ETA en enero de 1995, mientras comía con San Gil en un restaurante, marcó su compromiso político y un "deber sentimental" hacia su jefe y amigo.

Su ascenso a la primera línea política se produjo en enero de 1999, cuando José María Aznar la "fichó" para el comité ejecutivo nacional. Hasta el momento sólo había sido concejala en San Sebastián, pero desde entonces su ascendente no ha dejado de crecer, de la mano de sus enfrentamientos con el alcalde de la ciudad, Odón Elorza.