Ya hay fecha para la ronda de Pedro Sánchez con los líderes políticos y que arrancará el nuevo curso. El próximo miércoles, 2 de septiembre, arrancará la tanda de conversaciones con Pablo Casado, el jefe del PP, y seguirá, por la tarde, con Inés Arrimadas, la máxima responsable de Ciudadanos, posible socio presupuestario de la coalición gubernamental. Los contactos se extenderán hasta el jueves 3. El jefe del Ejecutivo sitúa en el calendario un compromiso contraído este martes, y que verbalizó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tras el que compareció para dar cuenta de su invitación a las comunidades autónomas para que se acojan a un estado de alarma a la carta si lo creen necesario para frenar las cadenas de propagación del coronavirus en sus territorios.

La Moncloa y Génova informaron prácticamente a la vez de ese primer despacho entre el presidente del Gobierno y el máximo responsable de los conservadores programado para el próximo miércoles. Será, de hecho, su primera entrevista presencial desde el pasado 17 de febrero, apenas un mes después de la investidura y de la formación del Ejecutivo de coalición. No obstante, durante el estado de alarma, ambos conversaron por videoconferencia, aunque la interlocución se rompió cuando Casado se negó a apoyar más prórrogas. La quinta y la sexta extensión de la alarma la pudo sacar el Ejecutivo, más a duras penas, sobre todo la primera, gracias al apoyo de Ciudadanos y del PNV.

La segunda reunión presencial de Sánchez y Casado llega en un momento de tensión entre Gobierno y PP, ya que los populares acusan constantemente al Gabinete de coalición de dejación de funciones en el control de la pandemia de coronavirus. No obstante, la defenestración de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP, la pasada semana, se interpretó como una señal de giro hacia la moderación por parte de Casado y una posibilidad de acercamientos puntuales al Gobierno.

Los objetivos que se marcan Gobierno y PP son, así, dispares. El primer propósito de Sánchez, que ya enunció durante su comparecencia en la Moncloa, es la "despolitización de la lucha contra la pandemia", porque el "enemigo es el virus, y no otro", y el desarrollo de las medidas de cogobernanza. Pero ese no deja de ser un desiderátum de difícil cumplimiento, ya que la oposición no va a soltar su presa.

UNOS PRESUPUESTOS "DE PAÍS"

Para Sánchez, son fundamentales sin embargo los otros dos objetivos que enuncia el comunicado de la Moncloa. Uno, aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, unas cuentas que define como "de país", y que a su juicio la mayoría de grupos deberían apoyar porque está en juego la reconstrucción de España dada la magnitud del zarpazo económico que ha ocasionado el covid-19.

El presidente evita en todo momento secundar la tesis de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que insiste en que los PGE han de salir adelante con los apoyos de los socios de investidura. Los socialistas no renuncian a ningún apoyo. Lograr el respaldo o abstención del PP se antoja imposible, pero cada vez las esperanzas están más puestas en Ciudadanos, el aliado inesperado y sólido que el Gobierno encontró en las fases finales de la alarma.

Segunda meta marcada por la Moncloa: el "reforzamiento institucional y la renovación de cargos de las altas instituciones del Estado", como el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo, así como RTVE.

En las últimas semanas habían proseguido los contactos con el PP para el desbloqueo de órganos, y de hecho ese fue uno de los puntos de desacuerdo entre Álvarez de Casado y Toledo que la exportavoz adujo como una de las razones de su salida.

Génova, sin embargo, descartó posteriormente un pacto inminente con el Gobierno para proceder al relevo en el CGPJ o en el TC. Desliar la madeja de RTVE es más complicado, porque el concurso público para situar al frente de la corporación a un nuevo consejo de administración que ponga fin al mandato de la administradora provisional única, Rosa María Mateo, se halla empantanado.

PARTIDO "DE ESTADO"

Fuentes del PP, por su parte, incidieron en que Casado acudirá a la reunión del miércoles 2, a las 10:00, como formación de Estado que se proclama y porque siempre ha ido a la Moncloa cada vez que Sánchez le ha llamado. "El PP es un partido responsable, con sentido de Estado y comprometido con el futuro de los españoles —señalaron las mismas fuentes oficiales—, que ejerce una oposición constructiva y leal, y así se ha demostrado proponiendo al Ejecutivo un plan B alternativo" en la lucha contra el coronavirus "en el ámbito jurídico, económico, social y también educativo".

La Moncloa informó posteriormente de que el 2 de septiembre, pero por la tarde, a las 17:00, Sánchez se reunirá con Arrimadas. Los temas sobre la mesa serán los mismos. Al indicar cuál será el segundo líder político en pasar por la Moncloa, y el mismo día que el PP, el Gobierno muestra la clara sintonía con la formación naranja, séptimo grupo parlamentario en el Congreso. No es casualidad. Cs puede tener la llave de los próximos Presupuestos, incomode o no a Iglesias. ERC, el socio que hizo posible la investidura del líder socialista en enero, se halla más distanciada y en tensión por la posibilidad de unas elecciones próximas en Cataluña.

La relación de la parte socialista del Gobierno con Cs se ha ido haciendo más fluida desde la alarma. Tras el fin del periodo excepcional, el equipo de confianza de Arrimadas —ella seguía su baja por maternidad— se reunió en dos ocasiones, y de manera presencial, con la delegación gubernamental encabezada por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Citas a las que también se sumó uno de los hombres fuertes de la Moncloa, Félix Bolaños, secretario general de la Presidencia. El segundo encuentro sublevó a Unidas Podemos, pero contaba con toda la cobertura de Sánchez. El jefe del Ejecutivo quiere seguir jugando a dos barajas. A izquierda, con ERC, y a derecha, con Cs.

La ronda de contactos continuará el jueves 3 de septiembre —la Moncloa no ha detallado aún los interlocutores y las horas de los despachos en la Moncloa—. Por ahora, está ya agendada la reunión con Rufián (a las 10.30 del día 3), según precisaron fuentes de ERC. Que el líder de los republicanos en Madrid sea recibido después de Arrimadas —esta solo cuenta con 10 escaños en la Cámara Baja, por los 13 de los independentistas catalanes— es también un mensaje explícito del jefe socialista hacia quien quiere que se convierta en comodín de la legislatura. Es más, la Moncloa ni siquiera se molestó en dar cuenta de la entrevista con Rufián del día 3, fue ERC quien la comunicó por los canales oficiales. Para el viernes 4, finalmente, se prevé la celebración de una nueva Conferencia de Presidentes, esta vez telemática y centrada en la vuelta al cole.