La producción de vacunas coge ritmo. Por fin. Entre enero y marzo, la Unión Europea recibió 107 millones de dosis contra el covid-19, una cifra que espera multiplicar por tres este segundo trimestre. Según el portavoz de salud de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker, los socios tendrán a su disposición "entre 300 y 360 millones" de antídotos antes de acabar junio.

Esta buena noticia, tras 12 meses de calamidades, coincide en España con la precampaña de las elecciones madrileñas del 4 de mayo y la tentación de rentabilizar la (esperada) lluvia de vacunas es altísima. Este martes, informativa y electoralmente hablando, empezó en Madrid a las once de la mañana con una visita de la presidenta autonómica y candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, al Hospital 12 de octubre. "Ayer fue el día en el que administramos más vacunas en la Comunidad de Madrid, concretamente 40.000", celebró. "La Comunidad de Madrid ya ha facilitado más de 1.200.000 dosis contra el covid-19 a sus ciudadanos", dijo en otro momento.

Pocos minutos antes, la Moncloa había informado de que Pedro Sánchez, de manera extraordinaria, saldría a dar la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de los martes. ¿A qué se debía esa decisión después de semanas en las que el jefe del Ejecutivo no ha querido exponerse a los medios de comunicación? El presidente celebró el aumento de antídotos y concretó que en agosto serán 33 los millones de españoles vacunados. "Estamos ante el principio del fin", sentenció. Los periodistas le preguntaron por las reuniones, desveladas por 'Abc', del Ejecutivo madrileño con la farmacéutica rusa que ha elaborado la vacuna Sputnik para intentar adquirir su antídoto (al estilo de lo que ha hecho el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán). Sánchez no quiso darle demasiada importancia y pidió "lealtad" y "seriedad" a "todas las instituciones" antes de recordar que la vacuna rusa todavía no está validada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

El impacto en los planes del presidente

El PP gobierna la Comunidad de Madrid desde hace 26 años. Si la izquierda consiguiera conquistarla el 4-M, sería un golpe para Pablo Casado que tendría consecuencias en los planes de Sánchez y su deshoje de la margarita: "Adelanto las generales, no adelanto las generales". Por eso, estas próximas semanas Ferraz y Moncloa serán una sola máquina.

No había podido llegar Sánchez todavía a su despacho, tras atender a los periodistas, cuando Ayuso volvió a hablar, esta vez desde el Hospital Universitario La Paz. "Denuncio el uso bochornoso que están haciendo desde la Moncloa de la vacunación, de la pandemia, en un momento como este. Llevamos pidiendo vacunas desde hace muchos meses, nos están diciendo que no se podía y ahora vemos que sí que tenía Sánchez en sus manos la posibilidad de hacer este tipo de anuncios", afirmó, como si las vacunas dependieran del Gobierno y no de las farmacéuticas ni de la negociación de Bruselas.

Las campañas electorales van de ponerse medallas y, en pandemia, hay pocas disponibles.