La continuidad de Carmen Montón en el Gobierno es cada vez más difícil. Al menos, a ojos de muchos dirigentes socialistas. Pero no de Pedro Sánchez. El presidente mantiene la confianza en la ministra de Sanidad, que en el 2011, siendo diputada en el Congreso, obtuvo un máster de la Universidad Rey Juan Carlos repleto de irregularidades: pagó la matrícula fuera de plazo, comenzó el curso cuatro meses tarde, apenas asistió a las clases pese a que el máster era presencial y sus notas fueron manipuladas meses después. Son cada vez más las voces dentro de la ejecutiva socialista que consideran que Montón solo tiene una salida: la dimisión. Pero el propio líder socialista ha querido sofocar el debate. Sánchez ha descartado en el Senado la marcha de la ministra. "Está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo", ha dicho.

En el Ejecutivo y en el PSOE se asiste con profunda incomodidad a este caso, similar, aunque con importantes diferencias, a los de Cristina Cifuentes y Pablo Casado. Las ventajas de mantener a Montón en su puesto son cada vez menores, a ojos de la mayoría de dirigentes consultados, sobre todo después de que trascendiera, según ha publicado este martes eldiario.es, que sus calificaciones fueron alteradas. Ella insiste en que no cometió ninguna irregularidad, que hizo en todo momento lo que le dijo la universidad.

"Puede que sea injusto, como dice ella, pero es vergonzoso. Tiene que dimitir", explica un miembro de la ejecutiva socialista. "Aunque no se conozcan nuevos datos, solo por el listón ético que tenemos en el PSOE debería irse", señala otra dirigente.

Hasta ahora ni Sánchez ni la vicepresidenta, Carmen Calvo, habían respaldado públicamente a la ministra de Sanidad. El lunes, cuando trascendió la noticia y Montón compareció para dar su versión y aportar documentos, fuentes de la Moncloa elogiaron las explicaciones "claras y transparentes". La reacción fue muy similar a la que en su día se llevó a cabo con Màxim Huerta, el fugaz ministro de Cultura, dimitido por sus antiguos problemas con Hacienda. Huerta fue defendido con tibieza en las primeras horas y luego empujado a dejar el Ejecutivo.

Pero Montón no es Huerta. Ella no es una recién llegada al equipo de Sánchez, sino que lleva ahí desde el principio, en el 2014, cuando el ahora presidente alcanzó el liderazgo del PSOE. Dos años después, Montón resistió las presiones de los críticos con Sánchez y, a diferencia de otros, no dimitió de su ejecutiva. El presidente, según explican en el PSOE, no lo olvida. "Montón está haciendo un trabajo extraordinario como ministra de Sanidad. En menos de cien días ha recuperado la sanidad pública. El pasado viernes se puso en marcha la tramitación de una ley muy importante como es la ley contra la violencia infantil. En definitiva, lo que está haciendo en estos últimos meses es lo que se le pidió, revetir los recortes en sanidad, recuperar y avanzar en derechos en la Sanidad. Lo único que puedo decir es que está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo", ha dicho Sánchez.

Al final de la mañana, ante el silencio oficial (con Josep Borrell evitando respaldar a la ministra y Nadia Calviño hablando, debido a un "lapsus", en pasado del trabajo de Montón en el Ejecutivo), José Luis Ábalos ya había salido a dar respaldo. "Tenemos plena confianza en la ministra. Siempre llevó a cabo su actuación con la voluntad de enriquecer sus conocimientos. Lo hizo con la mejor intención, siguiendo con las directrices que le establecieron desde la dirección del curso, que es la responsable. Se limitó a seguir las instrucciones", ha dicho el titular de Fomento, que ha dejado claro que hacía estas declaraciones como "secretario de Organización del PSOE". Aun así, el ministro ha evitado contestar directamente a la pregunta de si Montón debería dimitir.

COMPARECENCIA A PETICIÓN PROPIA

Todavía es pronto para dar por hecho que Montón vaya a correr la misma suerte que Huerta. Pero son muchos más los dirigentes socialistas que apuestan por su salida que por su continuidad. También dentro del Gobierno, donde varios integrantes admiten lo "complicado" de la situación y señalan que la decisión compete al propio Sánchez. Por el momento, la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, ha anunciado que la ministra ha pedido comparecer en la Cámara baja para dar explicaciones sobre las supuestas irregularidades, informa Pilar Santos. "Ella es una persona seria y rigurosa, que ha demostrado que hizo en todo momento lo que se le exigió y que no tuvo trato de favor, y ella no es consciente de tenerlo sino que hizo lo que le exigía la universidad", ha argumentado Lastra.

La comparecencia a petición propia de la ministra --que llega después de que lo pidieran formalmente Unidos Podemos, Ciudadanos y el PDeCat--se registrará este mismo miércoles, ha precisado la 'número dos' del partido, quien ha subrayado que Montón, a diferencia del presidente del PP, Pablo Casado, cuyo máster investiga el Tribunal Supremo por supuestas irregularidades, está dando todas las explicaciones que se le están pidiendo sobre su máster.

NO DESCARTA DIMITIR

Montón cursó su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, muy desprestigiada a raíz de los casos de Cifuentes y Casado. El curso de la ministra era en Estudios Interdisciplinares de Género y estaba organizado por el Instituto de Derecho Público de esa universidad, el mismo del que dependían los másters de la expresidenta de Madrid y el actual líder del PP. El organismo, clausurado a raíz de los escándalos académicos, está siendo investigado por los tribunales.

"El PP y el PSOE no son lo mismo, pero esto hace que la identificación entre los dos partidos cobre peso", señalan fuentes socialistas, que añaden que si Sánchez fuerza la marcha de Montón dejará a Casado, con un escándalo parecido a sus espaldas sobre el que ha aportado mucha menos información que la ministra, en muy mal lugar. Al mantener a Montón, el presidente también insufla oxígeno al líder del PP. "De momento defendemos a la ministra con escaso entusiasmo, pero estamos esperando", señalan en el PSOE.

En su entrevista de esta mañana en la 'Cadena Ser', Montón no ha descartado la dimisión. Solo ha dicho que sería "injusta". Muchos en el PSOE están dispuestos a suscribirlo, pero creen que no tiene otra salida.