Larga etapa de interinidad política en España, a raíz de las elecciones del pasado 28 de abril, que tuvieron que repetirse el 10 de noviembre, acaba aquí. Pedro Sánchez ha presentado este domingo su nuevo Gobierno, el primero de coalición en la historia de España desde la Segunda República, con un mensaje claro a favor del diálogo y la moderación frente a la crispación y la ruptura. También ha insistido en que este, pese a la novedad y los riesgos de que haya dos partidos en el poder, será un Gobierno que hablará con varias voces, pero siempre con una misma palabra.

Esta será la legislatura del diálogo: social, territorial y generacional. Los ciudadanos reclaman una España de moderación, no de crispación, sin vetos ni rupturas, ha señalado el presidente del Gobierno durante una comparecencia sin preguntas en la Moncloa. Los destinatarios de esta frase, a quienes no ha citado, eran tanto los partidos de derecha, que señalan que esto es el inicio del Fin de España debido a la inclusión de Podemos en el Ejecutivo y la necesaria abstención de ERC y Bildu para que la legislatura eche a andar, como los partidos independentistas catalanes.

Sánchez ha mandado tres ideas con la composición de la parte socialista del nuevo Gobierno. Primero, diluir el peso político de su socio, Pablo Iglesias, al pasar de tres a cuatro vicepresidencias: Carmen Calvo, el líder de Podemos, Nadia Calviño y Teresa Ribera. Segundo, seguir una línea continuista respecto al anterior Ejecutivo, con muchos miembros que repiten, de las ahora vicepresidentas a Fernando Grande-Marlaska, pasando por Isabel Celaá, María Jesús Montero (nueva portavoz), Margarita Robles y Reyes Maroto.

Y por último una apuesta por la ortodoxia económica y los conocimientos técnicos, frente a los políticos, para tranquilizar a los mercados y a la UE frente a los temores que despierta Podemos: los ministros de Exteriores, Arancha González Laya, y de Seguridad Social, José Luis Escrivá, vienen a jugar esta función.

DIÁLOGO CON LA GENERALITAT

Otra de las principales novedades es la de Salvador Illa, secretario de Organización del PSC, que será el nuevo ministro de Sanidad. Pero no solo eso. En conversación informal tras su comparecencia, el jefe del Ejecutivo ha subrayado el peso político de Illa, que fue uno de los negociadores socialistas con ERC. Es decir, Illa también intervendrá en las relaciones con el Govern, como lo hará el propio Sánchez, Calvo y la nueva ministra de Política Territorial, Carolina Darias.

En este sentido, Sánchez ha señalado que no tiene ningún problema en verse con el president, Quim Torra, antes de que se reúna la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat, una cita que según el pacto con ERC deberá tener lugar 15 días después de la formación del Ejecutivo.

El martes tendrá lugar la primera reunión del Gobierno de coalición. Además de para establecer la nueva estructura, fuentes socialistas anticipan que allí también se aprobará la subida de las pensiones y del salario de los funcionarios.