Pedro Sánchez ha dado este jueves el primer paso para que la reforma constitucional que propone eche a andar en el Congreso. El líder socialista, tal y como ha adelantado este diario, ha registrado en la Cámara baja su iniciativa para que una subcomisión parlamentaria cite a expertos y diagnostique qué aspectos de la Carta Magna conviene cambiar ante, entre otros fenómenos, el aumento del independentismo en Catalunya. Mediante esta propuesta, el PSOE busca forzar al Gobierno a mover ficha, pese a que en el principal partido de la oposición dudan de que Mariano Rajoy acepte, a escasos meses de las autonómicas y municipales, debatir sobre la modificación de la ley fundamental. En cualquier caso, Sánchez ha comunicado esta mañana al presidente del Gobierno que iba a presentar su iniciativa en el Congreso.

“Abramos el debate. Solo pedimos que se abra el debate. Si la mayoría absoluta del PP se niega, tenemos un problema”, ha dicho el secretario general de los socialistas a las puertas del Congreso, que estos días celebra sus jornadas de puertas abiertas.

“El PSOE ha demostrado ser un partido leal que ha sabido escuchar el sentir de la calle. Hay que reformar la Constitución para resolver tres crisis: la territorial, la económica y la social. La reforma no es un fin en sí mismo. Es un camino para restituir muchos de los consensos que ahora están rotos”, ha explicado Sánchez, quien aboga por una modificación que no solo sirva para resolver el malestar territorial, sino que también avance en medidas de regeneración democrática y en derechos sociales. Así, junto a la reforma del Senado, el blindaje de las competencias autonómicas y el reconocimiento de hechos diferenciales, los socialistas también proponen “completar el sistema de derechos y libertades” y “ampliar los espacios de participación ciudadana”.

UNA PROPUESTA ABIERTA

Sin embargo, la propuesta, que aboga por pasar del actual Estado autonómico a uno de tipo federal, no es cerrada. El PSOE comenzará a reunirse con todos los grupos parlamentarios para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la necesidad de la reforma constitucional. Los nacionalistas catalanes y vascos ya han dicho que están dispuestos a explorar esta vía, aunque no les suscite excesivas esperanzas. Rajoy, hasta ahora, ha menospreciado la propuesta socialista, tachándola de simple “eslogan”.

“Un revisión acordada de nuestras normas de convivencia requiere, con carácter previo a la convocatoria de la correspondiente ponencia constitucional, un proceso de diálogo y negociación que permita buscar el consenso sobre propuestas concretas”, señalan los socialistas en el escrito registrado este jueves, donde también explican que la subcomisión parlamentaria que proponen estaría compuesta de diez miembros. Tres del PP, dos del PSOE y uno de CiU, Izquierda Plural, UPD, PNV y Grupo Mixto.