Pedro Sánchez ha reunido a los presidentes autonómicos por cuarta vez desde que comenzó la crisis sanitaria con la apertura de los sectores económicos no esenciales sobre la mesas. Ante las críticas que ha recibido en los últimos días, el jefe del Ejecutivo ha defendido que el Gobierno no ha iniciado "ninguna desescalada" de las medidas que "no se debe producir una relajación en las medidas", según fuentes conocedoras del encuentro realizado por videoconferencia.

Desde el pasado 30 de marzo los trabajadores pertenecientes a sectores no esenciales debían permanecer en sus hogares tras la decisión del Consejo de Ministros de intentar reducir el tránsito de personas. Sin embargo, este lunes todos estos trabajadores podrán volver a sus puestos. Una decisión del Gobierno que rechaza ampliar la hibernación de la economía pese a que una parte del comité de expertos que asesora al Ejecutivo se ha mostrado en contra.

"Debemos mantener el esfuerzo", ha pedido Sánchez a los máximos responsables autonómicos en la reunión que se repite cada domingo para ponerles al día sobre los pasos que da el Gobierno y para analizar de manera conjunta la crisis del coronavirus. El líder de los socialistas ha apuntado que reabrir los sectores no esenciales no implica una desescalada de las medidas del confinamiento y ha insistido en la necesidad de mantener todas las precauciones.

Desconfianza

Uno de los más críticos con esta medida es el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha enviado una carta a Sánchez minutos antes del comienzo del encuentro en la que le reclama que no levante el confinamiento total y le reclama los informes sanitarios y epidemiológicos en los que se basa el Gobierno para decidir relajar las medidas.

Sánchez también ha recibido ataques de los presidentes autonómicos del PP. En concreto, el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha reprochado al Gobierno central que no comparta toda la información de la que dispone y ha pedido a Sánchez que deje de improvisar y concrete protocolos de actuación. Además, según las mismas fuentes, se ha quejado de que el Consejo de Ministros apruebe medidas que afectan directamente a los presupuestos de las comunidades autónomas. "La desconfianza se está agrandando", ha sentenciado.

El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, también ha intervenido para criticar que en los debates celebrados en el Congreso de los Diputados se les critique y ha exigido a Sánchez "más claridad y previsión en las decisiones" y que haga a los presidentes autonómicos partícipes de las mismas. A este respecto, ha planteado que estas reuniones que se celebran los domingos pasen a tener lugar antes de que el Consejo de Ministros se reuna.

Mismas quejas las que ha expresado el lehendakari, Íñigo Urkullu, al criticar la mecánica de "decisiones no compartidas". Por ello, ha pedido participación y colaboración y luego comunicacion externa y no al revés, ya que eso "provoca desorientación".

Los Pactos de la Moncloa

Durante el encuentro también está saliendo a relucir la propuesta realizada por el Gobierno de reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977. Sánchez ha trasladado al resto de presidentes la idea es que estén todos los sectores involucrados y representativos de la sociedad. Así, ha defendido que sería un acuerdo en el que intervendría el Gobierno, los partidos con representación parlamentaria, los Ejecutivos autonómicos, las entidades locales y los agentes sociales: "No vemos en ningun Gobierno autonómico un adversario, sino un aliado, todos con el objetivo de vencer a la pandemia".

No obstante, los conservadores no parecen muy dispuestos a sentarse a negociar. El líder del PP, Pablo Casado, ya rechazó a lo largo de la pasada semana la posibilidad de llegar a acuerdos debido a la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno. Este domingo, Feijóo ha apuntado que sería "fantásticos" que pudiera haber acuerdos pero que para eso hace falta que haya "confianza, transparencia" y saber cuál es la propuesta.