En la historia de España solo ha habido un presidente del Senado catalán: Laureano Figuerola, ministro del Partido Republicano Democrático Federal de Francesc Pi i Margall e impulsor de la peseta. Miquel Iceta podría ser el segundo si los independentistas no bloquean su nombramiento como senador por designación autonómica. «Me siento muy honrado por la propuesta que me hizo Pedro Sánchez de presidir el Senado», señaló el líder del PSC. «Soy socialista, catalanista, federalista, dialogante y partidario de encontrar una solución política». El primer secretario socialista puso en valor lo significativo que sería en este momento político tener a un catalán como presidente del Senado, apuntando que es una muestra de la importancia que Sánchez da a la cuestión catalana.

«Vetar a una persona que ha defendido siempre el diálogo, que siempre ha defendido la convivencia, que ha tendido puentes, que ha hablado con todos dentro de los márgenes de la Constitución me parece que es un mal comienzo», avisó el presidente español desde Rumanía, informa Silvia Martínez. Sánchez reclamó a los independentistas que no saboteen su plan para el Senado. «Espero que reflexionen las fuerzas independentistas, que dejen a un lado la polarización, el veto, el bloqueo, que piensen en lo importante que es revitalizar el Senado, la Cámara territorial, el Estado autonómico, algo fundamental esta legislatura».

EL EJEMPLO DE ALBIOL Y CAMACHO

Desde el Parlament, Iceta apeló al pacto de caballeros que impera en la Cámara catalana en estas situaciones. «Nadie ha cuestionado el procedimiento de sustitución de los senadores. Espero que nadie haga saltar este puente de confianza. Todos hemos votado en un momento u otro a personas de las que nos sentíamos políticamente muy alejados», comentó, recordando las designaciones de los populares Xavier García Albiol y Alicia Sánchez-Camacho y también a Lorena Roldán (Ciudadanos).

El decano de los diputados del Parlament agradeció el apoyo que le ha dado desde el primer momento en este punto Jéssica Albiach, presidenta del grupo parlamentario de Catalunya en Comú-Podem. Desde Ciudadanos apuntaron que no se opondrán a que Iceta sea designado senador. «Otra cosa es que, una vez Iceta sea senador, nosotros nos opondremos a que sea el presidente del Senado», remarcaron desde la formación naranja. La votación se tenía que celebrar el próximo día 15, pero JxCat pidió que sea el 16 a las 9.15 horas para no coincidir con el día de la declaración en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de Quim Torra como imputado por la polémica de los lazos amarillos.

Antes de señalar que le gustaría poder abanderar una reforma del Senado («es una pieza importante y si consiguiéramos una reforma que algunos pretendemos lo sería aún más»), Iceta dejó caer que «sería un error dejar pasar la oportunidad de hacer a un catalán presidente del Senado». «Lo que sería un grave error, Miquel, es supeditar el Parlament al reparto de sillas del PSOE; que volviérais a ser cómplices de la represión cuando hay una oportunidad de acabar con el juicio farsa, o que el Senado sirviera para un nuevo 155. Todo esto sí que sería un grave error», le reprochó Sergi Sabrià, presidente del grupo republicano.

Fuentes de ERC y JxCat admitieron en privado que les molestaron las formas de esta maniobra socialista. Aunque se niegan a concretar qué contrapartidas quieren a cambio de aparcar su veto. «Depende de ellos y en qué condiciones, nosotros ya hace tiempo que hemos abandonado esto de pagar por anticipado y votar gratis las cosas», sentenció la neoconvergente Elsa Artadi durante un debate con Ada Colau en la cadena SER. Aunque intentará reunir el resto de apoyos necesarios, Iceta advirtió a los independentistas de que no esperen contrastaciones a cambio de no bloquear su salto al Senado. «No pienso mercadear una candidatura mía con otras cosas».