En plena negociación del Gobierno de Andalucía, tras la aparente decisión de Ciudadanos de desmarcarse de Vox, Pedro Sánchez ha apelado este martes a Albert Rivera para que no caiga en el discurso de la ultra derecha. En su comparecencia ante el Senado, el presidente ha pedido al líder liberal sensatez para no caer en la involución a cambio de sillones, en clara referencia a la posibilidad de un acuerdo en la Junta entre PP, Cs y Vox.

A lo largo de su discurso, en el que ha anunciado una subida salarial a los funcionarios del 2,75%, Sánchez ha hecho referencias constantes al riesgo de que Rivera quede rehén del discurso de los compañeros de viaje de Vox, por miedo a perder electorado en pos del partido de Santiago Abascal. España es un país digno, apelo a su sensatez para no desandar el camino de la igualdad que algunos quieren transitar en su viaje a las cavernas, ha pedido. Desde todos los ángulos de su discurso el presidente ha repetido ese llamamiento, como cuando ha hablado de la revisión de la ley de enjuiciamiento criminal.

Frente al infame negacionismo de algunos, no es ideología de género, es feminismo y es una credencial que este Gobierno luce luce con orgullo, ha defendido. En el campo migratorio ha alertado contra el peligro de cambiar de posiciones políticas por intereses partidistas. Los principios no son negociables, no se guardan en un cajón por miedo a un competidor ideológico, ha insistido.

A los dos partidos de la derecha, PP y Ciudadanos, ha pedido que no bloqueen la senda de déficit y los Presupuestos del 2019, a dos días de que el Congreso vote de nuevo los objetivos.

Mano dura

El PP ha respondido pidiendo mano dura en Catalunya. El portavoz de los conservadores, Ignacio Cosidó, ha acusado a Sánchez de poner en marcha una política de apaciguamiento que ha dado rienda suelta a los más radicales y, con cierta ironía, ha asegurado que ese fracaso lo reconocen incluso miembros del Gobierno, en una referencia a las declaraciones del ministro de Exteriores, Josep Borrell, que admitió que la política del ibuprofeno no ha funcionado.

Cosidó ha exigido a Sánchez la aplicación del 155 más duro, el control de los Mossos de Esquadra y el compromiso de que el Gobierno no indultará a los presos independentistas.

El presidente ha defendido el diálogo en Catalunya y ha apelado a la convivencia. "La democracia no es solo votar cada cuatro años, también es convivir todos los días del año", ha señalado.