Si la semana empezó en Cataluña con las huelgas de médicos y otros trabajadores públicos que pusieron al Gobierno catalán en serios aprietos, termina con otra que trata de resituar el foco donde le interesa a la Generalitat. Jordi Sànchez y Jordi Turull, dos de los presos independentistas, iniciaron ayer una huelga de hambre indefinida con la que buscan presionar al Gobierno y a la justicia con la vista puesta en el juicio a los promotores del referéndum del 1-O.

El soberanismo reaccionó al malestar social que tuvo que afrontar durante varios días -con tensión a las puertas del Parlament entre bomberos y Mossos incluido- con un órdago. La ANC propuso a los presos que iniciaran una huelga de hambre para denunciar su situación, y Sànchez (que fue presidente de esa asociación) y Turull recogieron el guante. Ambos fueron en la lista de Junts per Catalunya en las últimas elecciones, y Sànchez es uno de los principales dirigentes de la Crida per la República que impulsa Carles Puigdemont. Su decisión ofrece una nueva instantánea del diferente momento estratégico por el que atraviesan la posconvergencia y Esquerra Republicana.

Sànchez y Turull justifican la huelga de hambre en la actuación del Tribunal Constitucional (TC) al respecto de los recursos de amparo que han presentado, tanto por su situación de presos preventivos como por la imposibilidad de ejercer sus derechos políticos. Según ellos, el TC ha obrado de forma «imparcial» aceptando a trámite esos recursos pero dejándolos «en un cajón» sin resolverlos, lo que imposibilita que lleven su caso a instancias internacionales.

Precisamente uno de los fines últimos de la acción es la búsqueda de apoyo fuera de las fronteras españolas. Según el abogado de los dos dirigentes, Jordi Pina, el TC «bloquea» la posibilidad de recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde actualmente «depositan la confianza». El rechazo de tribunales de varios países a extraditar por el delito de rebelión a diversos líderes catalanes -entre ellos Puigdemont- ha dado alas al soberanismo en ese ámbito.

ACCIÓN NO VIOLENTA / Sànchez y Turull comunicaron su decisión de empezar una huelga de hambre en la cárcel de Lledoners, donde están presos, y después explicaron en un mensaje en las redes sociales que afrontan la situación «con toda la fuerza y la dignidad de una acción amparada en la no violencia».

En el comunicado que leyó su abogado, ambos aseguraron que no están pidiendo ningún privilegio. «No pedimos un trato de favor al TC, pero tampoco aceptamos pasivamente ninguna discriminación ni dilación injustificada. La cuestión ni tan solo es que dictaminen a nuestro favor, sino que simplemente desbloqueen, inadmitiendo o deses-