Pedro Sánchez llamará este jueves a Pablo Iglesias para reactivar las negociaciones sobre la investidura, tras el choque que ambos dirigentes evidenciaron el pasado martes durante su reunión en el Congreso. El líder socialista considera que las conversaciones con Podemos, en punto muerto dos meses y medio después de las elecciones generales, se han planteado mal desde el primer momento. "Estamos hablando de muchas cosas a la vez y debemos volver al punto de arranque", ha dicho el presidente en funciones en TVE. Es decir, primero se deben abordar las medidas que se aplicarán durante la próxima legislatura, si es que echa a andar. Después, si hay acuerdo con los contenidos, la composición del futuro Gobierno, el principal punto de discrepancia, con Pablo Iglesias reclamando un Gobierno de coalición, en el que él mismo tendría un puesto importante, quizá la vicepresidencia, y Sánchez rechazando esa posibilidad.

El jefe del Ejecutivo se ha mostrado muy contundente en su negativa a gobernar de la mano con Iglesias y otros ministros de Podemos. El principal motivo de su posición, ha dicho, son las "discrepancias de fondo" con Podemos en asuntos de Estado. Sobre todo en Cataluña, donde los morados abogan por el "derecho de autodeterminación", recurrieron ante los tribunales la aplicación del artículo 155 de la Constitución y "hablan de presos políticos". Por lo tanto, en un momento como este, cuando no se descarta una vuelta a la unilateralidad por parte de la Generalitat al calor de la próxima sentencia del Tribunal Supremo en el 'procés' (hipótesis a la que el propio Sánchez ha aludido), "un Gobierno de coalición se paralizaría por sus propias contradicciones internas".

SIN "PREJUICIOS"

Aun así, Sánchez, que ha abierto la puerta a volver a intentar la investidura en septiembre si su candidatura fracasa durante el debate fijado para dentro de dos semanas, no ha descartado que haya ministros de las confluencias de Podemos, como Equo y las mareas gallegas, si estos tienen reconocido prestigio en los ámbitos de sus carteras. "No tengo prejuicios", ha dicho, sin querer elaborar más esa posibilidad.

"Hoy llamaré al señor Iglesias para poner en marcha dos equipos que negocien, para que hablemos de lo que importa a los ciudadanos y a partir de ahí planteemos una solución positiva", ha anunciado Sánchez. Las posiciones, sin embargo, siguen como estaban. Los socialistas quieren ahora priorizar las medidas sobre los sillones, pero Podemos insiste en que la negociación debe ser "integral", sobre ambos aspectos. "Lo importante no es quiénes van a ser los ministros, sino las pensiones, el trabajo, la salud", ha señalado el líder del PSOE, quien también ha reiterado su propuesta de abordar un cambio constitucional para reformar el sistema de elección del presidente y "evitar los bloqueos".