El rancho de Prairie Chapel, cercano a Crawford (Tejas), es el sanctasanctórum del presidente Bush, donde recibe a sus aliados más leales, un premio vedado a quienes se oponen a sus deseos, como muestran las notorias ausencias en el elenco de ilustres visitantes que Bush ha recibido en la intimidad.

Esta lista de fieles incluye a miembros de la realeza, como el príncipe heredero saudí, Abdullah, a mandatarios de potencias asiáticas como el expresidente chino Jiang Zemin y a vecinos con quienes conviene tener buenas relaciones, como el presidente mexicano, Vicente Fox. Pero en los últimos tiempos las codiciadas invitaciones a pasar por el rancho han ido a parar a quienes respaldaron la invasión de Irak, empezando por el primer ministro británico, Tony Blair, a quien la prensa de su país tilda de "perro faldero" del presidente de EEUU.

Al mismo club pertenecen los primeros ministros de Australia, John Howard; Italia, Silvio Berlusconi, y Japón, Junichiro Koizumi, así como el expresidente español José María Aznar. Todos ellos se han fotografiado con Bush en mangas de camisa bajo el sol de justicia del rancho, donde el presidente se siente más cómodo que en ningún otro sitio para discutir delicadas cuestiones diplomáticas como la guerra y la paz, mientras muestra sus 200 cabezas de ganado y sus 3,5 hectáreas de terreno a sus visitantes, conduciendo él mismo su todoterreno con el típico sombrero de cowboy bien calado.

Bush adquirió el rancho en 1999 cuando era gobernador de Tejas, un año antes de llegar a la Casa Blanca, por 1,3 millones de dólares (un millón de euros). Allí puede relajarse de la tensión de Washington, porque incluso dispone de un lago para practicar la pesca.