La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha evitado hoy salir en defensa de la expresidenta Esperanza Aguirre tras el altercado que mantuvo ayer con agentes de movilidad en Madrid, que quisieron poner una multa a la dirigente popular por haber aparcado en un carril bus del centro de la capital y se encontraron con que ella los dejaba plantados, se daba a la fuga y arrollaba una de sus motos. "La ley es igual para todos", apuntó Santamaría.

"La señora Aguirre ha dado explicaciones de lo sucedido. Ahora hay un procedimiento abierto y como la ley es igual para todos, en ese procedimiento se dentrá que definir los hechos y las responsabilidades", se limító a responder la número dos del Ejecutivo central cuando se le preguntó por tan chocante asunto en la rueda de prensa que prosiguió tras el consejo de ministros.

La pregunta sobre Aguirre fue contestada por Sáenz de Santamaría, aunque ella le dio la oportunidad de responderla a Alberto Ruiz-Gallardón, ahora ministro de Justicia pero en su día alcalde de Madrid y, como es público y notorio, poco amigo (pese a ser compañero de filas) de la expresidenta de la comunidad. Él declinó la oferta en favor de la vicepresidenta.